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Oportunidades tecnológicas: el informe de McKinsey sobre la gestión de las ciudades

Hace un par de semanas se publicó un informe de McKinsey  muy interesante sobre cuáles son las claves para responder a los retos del futuro en las gestión de las ciudades.

Hay que tener en cuenta que en 2030 se calcula que 5 mil millones de personas vivirán en ciudades, que además son responsables del 70% de las emisiones de C02 a la atmósfera. Los gestores de las ciudades deben responder a estos retos, combinados con las restricciones presupuestarias, por lo que la innovación en la gestión de las ciudades pasa a ser una herramienta fundamental, que incluye no solo la innovación tecnológica, sino también organizativa y en la gestión. Os resumo algunas de las principales referencias del informe de McKinsey.

Es importante reconocer que potenciar una u otra estrategia dependerá del punto de partida de cada ciudad. Sin embargo, las respuestas a los retos a los que se enfrentarán los gestores de las ciudades en los próximos años, pueden agruparse en tres líneas de trabajo.

Conclusiones del informe de McKinsey

  • Conseguir el «crecimiento inteligente» (smart growth)

«Smart» es el concepto de moda. Y «Smart cities» es la aplicación del concepto a la gestión de las ciudades. Según el informe de McKinsey, ya no vale solo el crecimiento económico, porque no siempre genera directamente una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, y puede crear impactos nocivos en el medioambiente. Deben tenerse en cuenta otras variables que hagan ese crecimiento sostenible y perdurable en el tiempo. Las estrategias sugeridas para lograrlo son:

    • Adoptar un enfoque estratégico, más allá de los ciclos electorales, seleccionando los vectores de crecimiento más adecuados de la ciudad y que estén basados en sus ventajas competitivas.
      • Identificar los clusters competitivos del territorio. Estos pueden ser potenciar los ya existentes o fomentar la creación de los nuevos. En cualquier caso, se trata de incorporar conocimiento (es decir, innovación) para impulsar el desarrollo económico de las ciudades.
      • Actuar con sentido de «servicio al cliente». Los gestores de las ciudades deben preguntarse «¿qué podemos hacer nosotros para atraer empresas, inversiones y talento a la ciudad? [hr]
    • Planificar el cambio, a largo plazo, y de forma participativa con los ciudadanos, fomentando la co-creación
      • Adoptar una visión regional en la planificación, buscando la colaboración de otras localidades cercanas, para explotar al máximo las sinergias posibles en la gestión. Crear agencias e instituciones comunes para prestar un mejor servicio a los ciudadanos.
      • Utilizar un proceso de planificación inclusivo, que aplique modelos top-down y bottom-up, para incluir las opiniones de todos los stakeholders.
      • Mantener la flexibilidad del plan, eliminando burocracia, definiendo las reglas del juego generales, para ir adaptándose en el detalle de la puesta en marcha. [hr]informe de mckinsey
    • Integrar la visión medioambiental en la gestión. Según el informe de McKinsey, cuanto más avanzada es una ciudad/territorio, mayor es la preocupación de sus ciudadanos por el medioambiente, por tanto debe tenerse en cuenta en la gestión de las ciudades. Más aún, la Comisión Europea considera los objetivos medioambientales como uno de los claves en su estrategia2020. Y ahí va a haber bastante dinero en proyectos innovadores en los próximos años.
      • Planificar y construir infraestructuras verdes
        • Mejorando las infraestructuras existentes (mejores aislamientos, mejores equipos de refrigeración/calefacción, reduciendo la congestión del tráfico)
        • Construyendo «barrios verdes», capaces de ser autosuficientes energéticamente, aprovechando las economías de escala para instalar sistemas de generación y acumulación de energía o de suministro de agua.
        • Diseñando y construyendo áreas de alta densidad de población, apoyadas en potentes redes de transporte público y servicios públicos para responder a esa demanda.
      • Proteger los recursos existentes, a través de una combinación de acciones
        • Utilizando las tasas / impuestos, como moduladores de la demanda
        • Ofreciendo información, para educar a los ciudadanos y provocar cambios en sus comportamientos
        • Aplicando regulaciones específicas para proteger el medioambiente [hr]
    • Favoreciendo las oportunidades para todos. Según el informe de McKinsey, el desarrollo de una ciudad no debe enfocarse solo al desarrollo empresarial. Debe permitir oportunidades para todos los residentes, reducir las desigualdades y proteger a los más vulnerables. Esto incluye buena educación, buenos colegios y buenos servicios públicos.
      • Conectar las zonas exteriores de la ciudad, permitiendo el acceso de los residentes en estas zonas a los puestos de trabajo que se generan en el centro de la ciudad.
      • Promover la integración social de los colectivos más vulnerables, a los servicios públicos básicos como educación, sanidad o servicios sociales
      • Construir viviendas accesibles para todos los colectivos, asegurando que los más desfavorecidos no son expulsados de la ciudad por los elevados precios de la vivienda.

 

  • Hacer más con menos

Poquísimas ciudades tienen su financiación garantizada. Todas viven con tensiones financieras. En España, el caso es más grave, con un grupo de grandes ciudades con graves problemas de financiación, según el Ministerio de Hacienda, incluso algunas pidiendo el rescate.

El informe de McKinsey ofrece algunas recomendaciones como preocuparse primero por asegurar los ingresos, aplicando la innovación a la forma de obtenerlos (por ejemplo, programas de naming a zonas públicas, como hizo el Ayuntamiento de Madrid con Samsung o el alquiler de espacios públicos para uso privado). Y además de los ingresos, contener los costes al máximo.

    • Gestionar los gastos de forma rigurosa, para manejar presupuestos prudentemente. Algunas técnicas que deberían incluirse en la gestión de los ayuntamientos son:
      • Aumentar la eficiencia en la gestión de los servicios (externalizar servicios a centros con menores costes, inversiones en TICs, cambios organizativos para evitar duplicidades o rediseño de procesos para eliminar el desperdicio.
      • Aplicar presupuestos de base cero, de forma que cualquier partida debe ser justificada para su inclusión y no únicamente aquellas que suben respecto al año anterior.[hr]
    • Explorar las colaboraciones público – privadas. Según el informe de McKinsey, este tipo de colaboraciones pueden permitir la prestación de servicios de alta calidad a costes competitivos, y son una de las palancas clave en el crecimiento inteligente de la ciudad.
      • La clave de una buena colaboración público – privada ser capaces de definir objetivos medibles y concretos, sobre los que poder evaluar el resultado de la empresa privada y condicionar todo o parte de la remuneración del servicio al cumplimiento de estos indicadores.
      • Otro elemento fundamental es la clara asignación de responsabilidades en el consorcio: el sector público se encargue de garantizar la alta calidad de los servicios, mientras que el privado identifique y aplique las mejoras en la rentabilidad.[hr]
    • Introducir el análisis financiero de las inversiones en los presupuestos. Todos los gastos deben ser evaluados como si fueran inversiones, en términos financieros (ROI) pero también en términos de impactos medioambientales y sociales (creación de puestos de trabajo, posibles ingresos por tasas públicas, reducción de CO2 o acceso a los servicios públicos)
      • En muchas ocasiones, es más eficiente gastar dinero en mejorar las infraestructuras existentes que en crear nuevas
      • Aplicar técnicas de gestión de activos y gestión de proyectos permitirá ahorrar tiempo y costes si se dedican esfuerzos importantes en las fases de diseño y planificación de la inversión.
      • Los ayuntamientos necesitan contar con personas con capacidades adecuadas en desarrollo de proyectos, contabilidad y gestión para llevar a cabo estas inversiones con éxito. [hr]
    • Aumentar el uso de la tecnología en la gestión, aprovechando las ingentes cantidades de datos de los que se pueden disponer. Pero para hacerlo es necesario contar con los sistemas, infraestructura y personas adecuadas. Algunos casos recogidos en el informe de McKinsey son:
      • Sistemas de geoposicionamiento
      • Análisis combinado de datos de diferentes fuentes para identificar necesidades u oportunidades ocultas
      • Utilizar el concepto de «big data» para integrar a los ciudadanos y las empresas en el proceso de mejorar la ciudad y sus servicios [hr]

Seguirá….

¿Qué te parece? ¿Cuáles crees que pueden ser las herramientas de innovación para aplicar en la mejora de las ciudades? Me gustaría conocer tu opinión y si tienes alguna experiencia que compartir.

[hr]

 

4 comentarios

miren lourdes mitxelena

Teniendo en cuenta la relevancia de la cultura en la actual sociedad del conocimiento, el informe McKinsey debería haber incluido la cultura (democracia cultural, industrias culturales, fábricas sociales y creativas…) en el informe porque sin cultura no hay desarrollo sostenible integral