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Innovación y emprendimiento: ¡No montes un bar!

Llevo varias semanas queriendo escribir este post sobre innovación y emprendimiento, recogiendo datos y organizando mis ideas.

Porque sé que es un tema delicado.

Y esta es una reflexión muy personal.

No tienes por qué leerlo si no te interesa.

La semana que viene volveremos con más herramientas prácticas para los profesionales de la innovación.

Empezando…

En los últimos 3-4 años desde todas las instituciones públicas y privadas se está poniendo el foco en el emprendimiento y no tanto en la innovación. Solo hay que ver los datos de la reducción

Y personalmente, creo que de forma descompensada.

Hay que empujar a los emprendedores que creen empresas para reducir las dramáticas listas del paro y sustituir las 250.000 empresas destruidas hasta final de 2013 desde el inicio de la crisis en 2007.

Un 17% menos. Que se dice pronto.

Las historias de los grandes emprendedores digitales están a la orden del día. Facebook, Whatsapp, Amazon, Tuenti…

Y claro, a quien más quién menos alguna vez le pica el gusanillo.

Pero empecemos por el principio.

Vaya lío: ¿Soy innovador?. ¿Soy emprendedor?. O no?  😮

Si sigues el blog habitualmente, sabrás que he sido cocinero antes que fraile y me gusta compartir todo lo que he aprendido durante más de 20.000 horas de vuelo en innovación por si puedes utilizarlo.

Llevo más de 12 años dedicados a la innovación en diferentes organizaciones. La última, como director del primer centro tecnológico del sector de consultoría y servicios avanzados. Intentando que las pequeñas empresas de consultoría innovaran. Ahí es nada.

Pues a principios de diciembre de 2011, dejé de trabajar en el CGCE, debido a la asfixia financiera que sufrió el centro por lo impagos de proyectos de financiación pública. Tras un mes de reflexión, decidí montarme por mi cuenta.

Cree Innolandia.es el 6 de enero de 2012, un buen regalo de reyes. Me había convertido en emprendedor. O eso es lo que me dijo mi buen amigo Roberto Payá, director del CEEI de Alcoy.

El producto básico que ofrecía era consultoría y formación. Nada del otro mundo. Sin embargo, mirado con el tiempo, creo que fue un proyecto de autoempleo, más que emprendimiento. Aunque el objetivo era «trabajar en lo que me gusta con clientes y compañeros interesantes», repasando mis notas de esos días he encontrado una estrategia financiera muy conservadora:

  • Conseguir ingresos mínimos al mes para cubrir gastos familiares
  • No recurrir a la financiación externa
  • Oferta de servicios online para minimizar costes de desplazamiento

Realmente era autoempleo. El «life style» que propone Frank Scipion o un «trabajo alimenticio» que comenta Andrés Pérez Ortega, dos de mis bloggers de cabecera. Y estoy orgulloso de haber pasado por ahí, como fuente de aprendizaje.

Pero mi carácter innovador (mi mujer dice que soy un culo inquieto), me llevó a desarrollar el «Innolandia Summer Camp«.

Y este sí que creo que fue un producto innovador. Apliqué la herramienta de océanos azules y salió algo novedoso y con buena aceptación. Incluso me ofrecieron la opción de licenciar el concepto en Latinoamérica, aunque al final la negociación no salió.

Esta innovación (comercialmente no fue rentable pero sí a nivel de notoriedad, que permitió el despegue del blog) supuso un cambio de enfoque de Innolandia.es, hacia el desarrollo de herramientas y servicios online innovadores para los profesionales de la innovación.

innovación y emprendimiento

innovación y emprendimiento: Innolandia Summer Camp

Así surgió la metodología de «Marketing de la innovación» y los «Talleres de transferencia«.

Y en Febrero 2013 lancé la primera tienda online específica para los profesionales de la innovación, con mi ebook «La caja de herramientas del innovador» y la posibilidad de inscribirte directamente en diferentes cursos en los que participaba como profesor.

Y así continuo, desarrollando herramientas, metodologías y servicios de utilidad para los profesionales de la innovación. Innolandia.es ha evolucionado de un proyecto de autoempleo a un proyecto innovador.

Los conceptos: innovación y emprendimiento y autoempleo

Después de este ejemplo bañado en muchas horas de trabajo, sin dormir, esfuerzo y alguna que otra lágrima, voy a intentar aplicarlo a estos tres conceptos, que a veces se pueden entremezclar y confundir.

#1 Innovación

es la introducción de un nuevo o sustancialmente mejorado producto o servicio, método de producción, método de comercialización u método organizativo.

#2 Emprendimiento

es la capacidad para alcanzar una meta o un objetivo, como a aquella persona que arranca un nuevo proyecto o empresa.

#3 Autoempleo

es generar una iniciativa empresarial personal con el objetivo de generar ingresos para pagar las facturas personales y/o familiares

Como ya te podías imaginar, ser emprendedor no significa ser innovador.

Si lo aplicamos a mi caso personal:

  • Yo me convertí en emprendedor por necesidad (aunque fue una decisión consciente), ya que arranqué un nuevo proyecto empresarial.
  • Sin embargo mi proyecto inicial era «autoempleo», destinado a pagar las facturas de casa
  • Hasta que lancé un producto innovador que modificó el enfoque y modelo de negocio de Innolandia.es hasta orientarlo a lo que es hoy: un generador de productos y herramientas para los profesionales de la innovación de habla hispana.

Un camino interesante.

Vamos con otro ejemplo. Tomo prestado de el blog de Carlos Domingo un ejemplo de Ferrán Adriá sobre las diferencias entre emprendedor e innovador:

Según Ferran, un buen cocinero es alguien que ejecuta muy bien una receta conocida, por ejemplo una paella, mientras que un cocinero creativo es aquel que consigue modificar una receta conocida y le aporta un grado de diferenciación. Un cocinero verdaderamente innovador es alguien que se inventa nuevas técnicas, como la deconstrucción o la esferificación, que hoy son tan populares entre los cocineros de vanguardia.

 

¡No te montes un bar!

Sigo con el sector culinario. Tengo unos amigos que están montando un restaurante, el Sushi Tapas Elche. Bromeando, les digo que

cuando no sabes en qué emprender, montas un bar.

A los datos me remito: en Elche (Alicante), según los datos del Ayuntamiento de la ciudad, en 2012, el 8% de las empresas eran del sector de hostelería. Esto ocurre en una ciudad eminentemente industrial, con uno de los mayores clusters de calzado de España.

Pero aún hay más. Con datos también del Ayuntamiento, en ese mismo año, se crearon 89 nuevas empresas de hostelería, cuando el crecimiento total de empresas de la ciudad fue apenas de 35. Es decir, se destruyeron empresas en otros sectores y se montaron bares.

La hostelería es un sector que tiene cierta capacidad de innovación, ya que es un servicio, y la innovación en servicios es más barata que la de producto.

También tiene la ventaja que puede ser innovador para un mercado. Por ejemplo, en Elche no hay restaurantes japoneses y Sushi Tapas es un producto nuevo e innovador para la ciudad, testado en otras ciudades.

Pero aún así, siguen existiendo emprendedores que abren bares sin aportar nada nuevo al mercado, que malviven con escasos ingresos de la red de conocidos, en un entorno de consumo privado por los suelos. Y claro, al final la mayoría cierra, por no innovar.

Reflexiones sobre innovación y emprendimiento

Emprendimiento

El 80% de los emprendedores no llega a los 4 años de vida.

Por eso son tan importantes los emprendedores innovadores.

Pocos proyectos emprendedores son realmente innovadores. Y el motivo es que se está empujando a los jóvenes al autoempleo y no al emprendimiento innovador.

Según el informe de vocación emprendedora del CEEI de Alcoy realizado entre estudiantes de instituto y centros de formación profesional, solo el 21% tiene conocimiento profundo del producto o del mercado en el que van a emprender. Con estos mimbres, al final los emprendedores crean negocios de «autoempleo» y fáciles de montar. Mi conclusión de «montar bares».

De los emprendedores innovadores ya se encargan las grandes aceleradoras de seleccionar adecuamente a los mejores.

Lanzadera, MIT – TR35, Repsol, Everis, La Caixa, son solo algunos ejemplos.

Sin embargo, contar con un producto innovador tampoco garantiza el éxito del emprendedor, pero sí aumenta enormemente las probabilidades.

Porque la innovación implica riesgo. Tecnológico y de mercado. El primero se puede minimizar con dinero y alianzas con centros de conocimiento potentes o un equipo técnico de primer nivel.

Pero el riesgo de mercado no se puede evitar. Un emprendedor tiene que darse a conocer en un mercado saturado de oferta. Convencer a los clientes. Y conseguir que compren. Eso lleva tiempo y requiere dinero. En mi modesto caso, 15 meses de travesía por el desierto. Y muchos emprendedores no llegan a ese paso.

Creo que es un recorrido interesante. Mi sensación (puede que equivocada) es que muchos jóvenes quieren emprender empujados por las historias de éxito que inundan las redes sociales. Sin tener en cuenta que las dificultades y problemas que supone emprender.

Creo que estamos creando una burbuja de emprendimiento.

Atomizando aún más el tejido empresarial español (el tamaño medio de la empresa española es 3 veces inferior a la alemana) y sin una orientación clara, más allá del mundo digital.

Si se sigue orientando la mayoría del dinero público hacia el emprendimiento, del tipo «autoempleo» (cursos, charlas, viveros, macrojornadas…), estaremos realizando un nuevo «Plan E», que servirá para reducir temporalmente las tasas de paro, pero no para crear riqueza, empresas competitivas y empleos.

Pero hay que restituir las empresas perdidas en la crisis. Necesitamos emprendedores innovadores.

Yo soy partidario del emprendimiento «orientado». Hacia los sectores de futuro o prioritarios del país, como energía, turismo, agro o industrias creativas.

Y eliminar el riesgo de mercado integrando los proyectos emprendedores innovadores en empresas de grandes que ayuden a explotarlo comercialmente. Everis, Telefónica, Repsol o BBVA ya lo están haciendo.

Pero sobre todo soy partidario de la innovación. De que las empresas que ya están en el mercado desde hace unos años y tienen un nombre innoven. Lancen nuevos productos, nuevos métodos de producción, nuevos modelos de negocio. No solo las grandes. Cualquiera.

Y que las Administraciones Públicas orienten más financiación a proyectos de I+D+i de empresas ya consolidadas, con más posibilidades de crecer y crear empleo. La tasa de fracaso de los emprendedores es mucho mayor que la de una empresa ya consolidada: el 50% de las empresas que superan las barreras de los 4 años se consolidan y superan los 10 años de vida.

Solo así estaremos de verdad cambiando el sistema productivo y recuperando el empleo.

Me gustaría saber tu opinión sobre los emprendedores y la innovación. Prometo responder en el hilo de comentarios.

 

15 comentarios

Enhorabuena Angel!
Una buena reflexión.
Sí me gustaría matizar que hay emprendimientos «nutricionales» que no son desdeñables (España tiene infinitos comercios que dan de comer a un par de familias)aunque no llegarán a ser empresas medianas y competitivas si no innovan, como bien dices.
Quienes fracasen en esos emprendiemientos, habrán pasado por la universidad de la vida, lo cual no está mal tampoco.
Con respecto a la financiación pública (nuestro dinero cambiado de manos) dada la escasa visión a largo, no confío mucho en el impacto real. Se ha convertido en un negocio financiero…
Sin embargo Europa ya ¡al fin! ha comprendido que las medianas de los sectores competitivos son las que generan empleo y riqueza y H2020 apuesta por la innovación y no sólo la investigación.
Particularmente, tengo depositadas algunas esperanzas en el instrumento Pyme. Veremos.
Burbuja emprendedora? sí, clarísima, empezando por el mundo de las app…Pero también esto servirá como aprendizaje, sunque pase por grandes frustraciones.
Un saludo cordial

Muchas gracias por comentar María.

Por supuesto que los emprendimientos nutricionales son fundamentales en España. Lo que pasa es que estos emprendimientos, si no innovan y crecen, tienen muchas posibilidades de morir antes de 4 años.
Un ejemplo: en el barrio en el que vivo abrió hace unos años una frutería, que le hace la competencia a varios Mercadonas. Viendo el éxito de la frutería, 4 emprendedores, abrieron otras tantas. Sin embargo solo la primera está siempre llena. Las otras han ido cerrando y al final solo queda Mercadona y esta. El motivo, es que han integrado la innovación en su modelo de negocio (y son apenas 6 personas). Empezaron con unas cestas de mimbre artesanales para recoger la fruta; después renovaron el local, pero sobre todo han innovado en algo tan sencillo (y tan difícil de llevar a cabo) como el proceso de gestión de stocks y reposición inmediata. Reponen 2 veces al día desde huerto propio y Mercalicante, garantizando siempre producto fresco. Y para terminar, ampliaron el horario comercial, abriendo a mediodía, porque muchas personas era el único momento en que podían comprar. Esto les ha permitido pasar del matrimonio inicial a unas 7 personas y siguen creciendo. Cualquier empresa puede innovar, solo es cuestión de actitud y metodología.

Vamos a ver cómo se reparten los fondos de H2020. Terminan las primeras convocatorias ahora y a espero que haya más dinero para las empresas medianas. Pero seguro que sabes que es dificilísimo conseguir embarcarlas en proyectos de este tipo.

Un abrazo,
ANGEL

Yo af1adireda: Porque no encontraba un trbajao DIGNO (con buenas condiciones, un sueldo adecuado, etc) en Espaf1a. Hay mucha gente que solo encuentra trbajaos o becas para los que este1n sobrecualificados, y con un sueldo ridedculo o condiciones poco estables

Gracias por tu comentario Christian. Efectivamente creo que la sobrecualificación es uno de los problemas del mercado laboral en España.

Un saludo,
ANGEL

Alfredo Pérez Luna

Este artículo me parece muy interesante por su claridad en discernir y aclarar conceptos. Como comentario añadido a lo reflejado en el post, en mi opinión -sólo basada en el contacto con personas que intentan promover sus propios proyectos de autoempleo/emprendimiento (según los casos)-,existe la necesidad de elevar el nivel mínimo de los conocimientos básicos de gestión empresarial para asumir esta responsabilidad sobre el propio proyecto. Por ejemplo, falta concreción y seguridad en realizar un cálculo básico de los costes de un producto o servicio, o en determinar el umbral de rentabilidad del proyecto (con lo que luego vienen las sorpresas o el inmediato desánimo). Evidentemente, la formación puede ser condición necesaria (hay que regar la planta para que crezca)pero no suficiente para crear un «ecosistema emprendedor» que requiere de una raigambre robusta, que probablemente ha de asentarse en la cultura de la innovación (si el terreno no es el adecuado da igual lo que riegues la planta)

Hola Alfredo. Gracias por pasarte y comentar.

Absolutamente de acuerdo. El estudio al que hago referencia en el post lo dice bien claro: pocos emprendedores conocen el producto y el sector en el que van a trabajar. Y si a eso le sumamos pocos conocimientos de gestión y menos ganas aún de pagar a consultores que les ayuden, pues tenemos el cóctel perfecto para que los emprendedores no triunfen.

Un abrazo,
ANGEL

Buenos días Ángel,

En primer lugar, quiero transmitirte mi agradecimiento por tu interés en transmitir conocimientos sobre la Innovación, base fundamental e importante en una empresa y que desde mi punto de vista deben formar parte de la filosofía de esa empresa.

Una persona innovadora tiene las mismas inquietudes que una persona emprendedora, se mueve siempre en la necesidad de crear, mejorar y buscar construir algo nuevo y diferente que mejore los resultados que se están obteniendo para conseguir una meta.

Desde mi punto de vista, un emprendedor con éxito es aquel que tiene la capacidad de ver un poquito más allá del hecho de conseguir un trabajo, es aquel que sabe llevar a cabo modelos de negocio nuevos o con un valor añadido y que además tiene la formación adecuada para ello. Es un emprendedor innovador.

Creo que se puede ser un emprendedor independiente o un emprendedor dentro de una empresa, entendiendo tal como un innovador dentro de esa empresa, porque los dos tienen el objetivo de mejorar cada días los resultados de su propia empresa o de la empresa a la que se pertenezca. Si tienes naturaleza de innovador siempre encontrarás qué es necesario mejorar y en qué medida, para conseguir nuevos modelos de negocio dando a la empresa un constante valor añadido.

En mi opinión, si el campo de negocio es muy complejo, es más conveniente formar parte de una empresa con medios suficientes para aprovechar mejor todos los recursos disponibles y hacer brillar a esa empresa recontextualizando y mezclando ciencia y tecnología para consolidar nuevos modelos de negocio, que hacen que una empresa tenga éxito, y además, y en la internacionalización y colaboración con otras empresas y entidades.

Muchas gracias por tu interés, y deseo que puedas tener la oportunidad de transmitir e inculcar la filosofía de la innovación en el mundo empresarial, para que se puedan conseguir incrementar soluciones positivas.

Mucha suerte con tus proyectos. Estaremos en contacto

Hola Raquel, muchas gracias por pasarte y comentar.

Estoy muy de acuerdo con tu definición de emprendedor. Pero quizás es la que «debería ser» y no la que «actualmente es». Los medios de comunicación, organismos intermedios y resto del entorno en general consideran como emprendedor a todo el que inicia un nuevo proyecto empresarial. Y por eso yo los separo en dos: los autoempleos (o trabajos alimeticios) o los innovadores.

Todos tienen (tenemos) que emprender. Y al final , nos montamos una burbuja emprendedora de aquí te espero.

También estoy de acuerdo con la idea de que en negocios complejos, el emprendedor debe apoyarse en empresas consolidadas para llegar al mercado. De hecho conozco un proyecto muy interesante del que en el futuro os contaré detalles, que intenta integrar spin-off universitarias con empresas consolidadas, para acelerar la transferencia de conocimiento al mercado.

Un abrazo,
ANGEL

Me parece que al hablar de innovación se debe graduar su significado, ya que lo primero que se viene a la cabeza es un cambio radical a lo que existe actualmente y existen ciertas «medidas» de innovación que pueden hacer atractivo a un producto o servicio.
Si bien esto no deja de ser cierto, cierto es también que para fortalecer el tejido empresarial ya consolidado e integrar a los nuevos actores, se debe educar, tanto a consolidados como emergentes, en un intercambio de conocimiento, como tú bien dices, Ángel, Transferencia Tecnológica cuando sea adecuado, alternativas de financiación, donde dada la coyuntura actual, los poseedores de solidez financiera deberían aportar, y un rol impulsor de las administraciones para que el riesgo sea más aceptable, no sólo repetir «emprendan! emprendan! es la solución a todos nuestros males!!».

Te sigo desde los orígenes de Innolandia, y me alegra que hayas logrado dar con la innovación que te hace distintivo.

Un abrazo,
Javier

Gracias por tus comentarios Javier. Y sobre todo, gracias de verdad por tus palabras de apoyo.

Un abrazo,
ANGEL

[…] No quiero olvidarme de los emprendedores que, al fin y al cabo, más allá de su expectativa futura de crecimiento son en su germen, microempresas, y a los cuáles les pueden interesar muchos de los temas que podemos aquí plantear y la búsqueda eficaz de respuestas a otros interrogantes ligados a las incertidumbres del tipo de “por dónde y cómo empezar si todavía no tengo claro el qué”. En este sentido, recordar una interesante aportación referente a este tema en el blog de Innolandia de Angel Alba, sobre innovación y emprendimiento. […]