6 preguntas sencillas para saber si tengo una cultura innovadora

En estos días estoy terminando de preparar el taller de «Cómo generar una cultura innovadora», que impartiremos el día 10 de mayo en Valencia, junto a Psicotec. Si te interesa, pueden leer más aquí.

Mientras desarrollo los materiales, no puedo evitar volver a la que para mí es la clave del comportamiento colectivo hacia la innovación, y que aprendí mientras trabajaba para una filial de Procter&Gamble: «Las organizaciones están perfectamente diseñadas para conseguir los resultados que producen» (Dave Hanna) La reflexión que hay detrás es

si quieres cambiar los resultados, cambia la organización

Por tanto, si queremos fomentar una cultura innovadora en nuestra organización cuando no la tenemos, tendremos que embarcarnos en un proyecto de cambio organizativo. Y no hablamos de las personas que forman parte de la organización. Se trata de algo más profundo.

Te invito a que respondas a estas 6 sencillas preguntas, para conocer si cuentas con una cultura innovadora en tu organización. Que aproveche!

1) Las personas de nuestra organización a cualquier nivel, ¿tienen asignados objetivos relacionados con la innovación?

Por ejemplo, aportar una idea de cómo mejorar sus tareas para hacerlas más rápidamente. O sugerir mejoras sobre los productos / servicios.

No solo tienen que tener asignados objetivos, también deben disponer de tiempo para cumplirlos. Por ejemplo, Google asigna un 20% del tiempo a sus empleados para trabajar en proyectos personales que puedan luego incorporarse a la compañía.

Everis dispone de un programa de «Intraemprendedores», donde los empleados pueden sugerir ideas de negocio a la empresa, que si son bien valoradas, se transforman en  nuevas empresas,  con el apoyo del grupo y dirigidas por el promotor.

2) ¿Fomentas la creación de equipos o grupos interdisplinares para que surjan ideas innovadoras?

Un factor decisivo para fomentar la creatividad interna es juntar a personas diferentes. Distintos puntos de vista enriquecen el debate y lo que no ve una persona, por estar «viciado» por un problema, puede aportarlo otra.

Por ejemplo, en empresas formadas por divisiones (geográficas o de negocio) es fundamental que existan equipos interdisciplinares para reaplicar mejores prácticas y fomentar la innovación constante.

3) ¿Las personas que tienes en la organización están preparadas para innovar de forma sistemática y contínua?

Todo el mundo puede generar ideas. Pero ¿cuántos pueden desarrollar ideas rentables? Bastantes menos. Existe toda una serie de metodologías y herramientas que se pueden poner a disposición de las personas para que generen ideas y las puedan llevar a la práctica.

Por eso, en todo proyecto para generar una cultura innovadora, es completamente necesario poner en marcha planes de formación en metodologías de gestión de la innovación. En nuestro caso, especializados en servicios, design thinking, diseño de servicios, business model generation, cartas de servicios, técnicas de creatividad, ingeniería de procesos, etc….

4) ¿Las personas tiene acceso a la información necesaria interna y externa para  generar y desarrollar las ideas?

En organizaciones intensivas en conocimiento, la materia prima es la información, transformada a través de los procesos necesarios en conocimiento para la toma de decisiones.

Si no permitimos que las personas accedan al conocimiento necesario, no podrán generar ideas innovadoras. Ojo, no hace falta saltar de repente a la estructura de empresa abierta (gracias Julen por todo el conocimiento que aportas en tu blog), pero sí poner a disposición de las personas la información que necesiten para innovar.

En este caso también es muy importante que las personas puedan acudir a congresos, foros y seminarios de su área, en los que conocer las novedades de su área y accedan a conocimiento de vigilancia tecnológica.

5) ¿Realizas procesos transparentes y conocidos para evaluar y decidir qué ideas son válidas y cuáles no?

Si le pedimos a una persona que dedique tiempo y energías a generar ideas, estamos generando una expectativa de que esa idea se va a llevar a cabo. Pero no todas las ideas son viables ni adecuadas para el negocio por distintos motivos. Deben pasar por un proceso de gestión y filtrado de ideas, en el que se decide cuáles son válidas y cuáles no.

Por esta razón, los procesos de toma de decisión deben ser absolutamente transparentes: una persona o un equipo que aporta una idea, debe saber que no siempre será tomada en consideración y que además SIEMPRE SIEMPRE recibirá una respuesta de la organización de por qué sí o por qué no su idea es aceptada.

Si no lo hacemos, fomentaremos una primera ronda de ideas, pero en cuanto se empiecen a tomar decisiones que no estén claras, las personas dejarán de ofrecer propuestas innovadoras, porque «total, siempre aprueban las de los mismos….».

6) ¿Reconoces públicamente y recompensas la toma de riesgos controlados y propuestas de ideas? ¿Toleras el fracaso, buscando el aprendizaje y no la crítica?

Igual que la toma de decisiones «turbia», no reconocer públicamente los comportamientos de proponer ideas, es contraproducente para generar una cultura innovadora.

Cuando se comienza a crear una cultura innovadora, no hay que reconocer las ideas más brillantes, sino los esfuerzos de las personas, por hacer propuestas, por dedicar tiempo a pensar en cómo mejorar los resultados de la organización. Y reconocer y recompensar no siempre es dinero metálico. Puede ser un lote de productos gratuito de la empresa (si son de interés) o un descuento especial; o unas entradas al teatro con cena; o una invitación a un congreso específico; o una tarde libre…..

Es muy importante conocer qué motiva a las personas de la organización (trabajo conjunto de los líderes y de RR.HH.), para diseñar los reconocimientos y recompensas.

¿Qué respuestas has dado? ¿Dispones de una cultura innovadora? ¿Dónde crees que puedes mejorar?

Si tienes responsabilidades de liderazgo en tu organización, creo que el taller de 8 horas sobre «Cómo generar una cultura innovadora« de Valencia es de tu interés. Y además 100% bonificado por la Fundación Tripartita. Puedes inscribirte aquí.

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