Design Thinking y Lean Start-up llevan varios años compitiendo entre ellas
Por lo menos es la sensación que me llevé en 2013 cuando empecé a trabajar las metodologías
Pero nada más lejos de la realidad
Design Thinking y Lean Start-up combinan muy bien
Como el ron y la hierbabuena para hacer un buen mojito
Como te he contado muchas veces en el blog, los profesionales de la innovación tenemos una caja de herramientas, que aplicamos en función de cada caso.
Algunos compañeros ya están creando enfoques que combinan las dos herramientas:
- Néstor Guerra, combina DT, con LS, desarrollo de modelos de negocio y plan de negocio tradicional para crear Lean Business Design
- Juan Sobejano habla de Lean Design
- Xavier Camps también integra esta combinación en sus proyectos
- Robert Mueller y Katja Thoring han creado una herramienta denominada Lean Design Thinking
Las dos herramientas están causando furor entre el mundo de los emprendedores
Pero yo trabajo más con empresas consolidadas.
Con profesionales como tú que trabaja en el área de innovación de una empresa
Así que mi aportación, que encontrarás un poco más abajo, es la de mi experiencia en cómo integro las diferentes herramientas dentro del proceso de innovación de un
Permíteme empezar con una pequeña introducción a los conceptos des Design Thinking y Lean Start-up.
Qué es Design Thinking
Design Thinking es una filosofía de trabajo para el diseño de nuevos productos, servicios y procesos, más allá que una metodología específica.
Incluso se está llegando a apostar por introducir el Design Thinking para el diseño de estrategias empresariales.
Diferentes escuelas tienen su propia aproximación, que aterrizan en metodologías concretas, paso a paso, aunque mantienen los principios fundamentales:
- Centrado en el usuario
- Equipos multidisciplinares, para aportar una visión integral
- Prototipado y experimentos lo antes posible en el mercado
- Iteración continua
Por ejemplo, IDEO apuesta por un enfoque en tres pasos, mientras que la d.school de la Universidad de Stanford define 5 pasos.
Pero al final, lo que a ti te tiene que importar a la hora de aplicarlo en tu empresa son los beneficios.
Para qué lo vas a utilizar.
Yo particularmente utilizo Design Thinking para dos situaciones:
- Diseñar nuevos productos, servicios o procesos
- Diseñar proyectos de transformación en una empresa (por ejemplo de transformación digital o de intraemprendimiento)
Si quieres profundizar sobre cómo funciona Design Thinking y cómo lo aplico puedes consultar la guía gratuita de Design Thinking para dummies de Innolandia.es.
Qué es Lean Start-up
Lean Start-up es una metodología para el lanzamiento de nuevos producto y servicios al mercado.
Fue popularizado por Eric Ries, a partir, con su libro “Lean Start-up”, a partir de su propia experiencia en start-ups y basándose en la metodología de desarrollo de clientes creada por Steve Blanck (una de mis favoritas).
De nuevo, es una metodología abierta, que puedes ir adaptando para superar la incertidumbre del mercado, aunque con herramientas más concretas.
Lean Start-up está mucho más enfocado al negocio, a validar cuanto antes si una idea tiene futuro lo antes posible, pero partiendo de nuevo del cliente, y no tanto de la tecnología o de la viabilidad.
Parte de una idea de negocio, que se resume en una serie de hipótesis de negocio: cada uno de los elementos del modelo de negocio.
Para comprobar si esas hipótesis son ciertas, se realizan una serie de experimentos o pruebas, basadas en el método científico.
Si el experimento pasa el criterio de éxito, la hipótesis es cierta. Si no, no lo es y es necesario pivotar y cambiar.
Y todos estos experimentos en un ciclo continuo de aprendizaje y mejora con pequeños “sprints” o tiradas.
Yo particularmente utilizo Lean Start-up (y customer development) cuando tenemos ya ideas concretas.
- Propuestas de valor específicas para problemas y se trata de validar lo antes posible si merece la pena continuar con el desarrollo de la idea o no.
En qué se parecen
Mi buen amigo Juan Sobejano explicaba en Sintetia.com algunas de las similitudes de Design Thinking y Lean Start-up:
#1 Centran el proceso en el cliente o usuario
Si no hay nadie que quiera comprar nuestro producto, servicio o proceso, te puede dar exactamente igual contar con la mejor tecnología del mercado.
Por eso las Design Thinking y Lean Start-up se enfocan en el usuario-persona (Design Thinking) o en la empresa-cliente (Lean Start-up)
#2 Parten de la nada y actúan en la incertidumbre
Las dos herramientas son muy útiles para crear soluciones radicales a problemas que nos encontramos, en un entorno de incertidumbre.
#3 El error es parte del proceso
Si te dedicas a esto de la innovación, debes tener claro que el error es parte del proceso
Y debes hacérselo entender a tus Directivos. Innovar no es gestionar y explotar un negocio conocido.
Si no consigues que te entiendan, mejor que no apliques estas herramientas en tu empresa, porque lo vas a hacer mal
#4 Experimentación y e iteración
Las dos herramientas se basan en “salir a la calle”, que es donde están los clientes y los usuarios
En tu laboratorio o en tu despacho, no vas a encontrar un problema real o alguien que te diga de verdad, si le gusta tu solución.
Así que tienes que crear experimentos, pequeñas pruebas que te permitan reducir las dudas e incertidumbres que tengas.
Y cambiar (iterar o pivotar) sus asunciones sobre lo aprendido.
En qué se diferencian
Después de varios años de estudiar y aplicar Design Thinking y Lean Start-up, mi experiencia es que
NO PUEDES APLICARLAS EN EL MISMO MOMENTO
Las dos son útiles, pero tienen algunas diferencias que debes tener en cuenta antes de implantarlo en tu empresa:
#1 El resultado es diferente
Design Thinking permite crear conceptos innovadores, mientras Lean Start-up se orienta a crear negocios rentables
Seguramente Tim Brown, presidente de IDEO no estará de acuerdo con esta frase, pero mi experiencia es que hay un punto en el proceso en el que necesitas saltar a validar el modelo de negocio y no solamente el prototipo.
Y eso implica vender, que con Design Thinking no se acaba de hacer.
#2 El punto de partida es también diferente
Design Thinking comienza con un reto o problema, en el que se debe profundizar desde la perspectiva del usuario.
En cambio, Lean Start-up empieza con una idea y su objetivo es comprobar si esa idea y su modelo de negocio tienen sentido (es decir, si alguien realmente va a pagar por ellas).
#3 Diferentes conceptos a utilizar
Design Thinking incluye la fase de ideación en el proceso, para generar soluciones al problema del usuario identificado.
Lean Start-up no tiene una fase de ideación (en teoría, la idea ya se ha originado) y sí que utiliza el modelo de negocio como herramienta clave de definición de hipótesis y de medición de los avances.
Design Thinking en cambio, no aplica el modelo de negocio.
Cómo encajo Design Thinking y Lean Start-up en mis clientes: modelo de innovación ágil
Quizás lo mejor de Design Thinking y Lean Start-up es que son herramientas flexibles.
No son recetas de cocina, de paso 1, paso 2,… paso N y si te saltas algún paso la comida queda para tirarla a la basura.
Por eso te quiero contar cómo encajo en mis clientes estas dos herramientas ágiles, para sacar el máximo provecho de las dos.
# El modelo de innovación ágil de Innolandia.es
El modelo de innovación ágil de Innolandia.es y que aplico a mis clientes incluye 4 etapas, en las que combino las diferentes herramientas:
- Generar ideas
- Madurar ideas
- Desarrollar proyectos
- Gestionar el negocio
#0 ¿Cuál es el punto de partida?
Dependiendo del punto de partida, es decir del reto que plantea el cliente, empiezo con una o con otra.
- Si el cliente ya tiene ideas específicas, tipo tech-push (ideas claras, tecnologías resultado de proyectos de I+D, patentes, licencias…), arranco con Lean Start-up, definiendo hipótesis de la propuesta de valor. En este caso, pasa al punto #2 del modelo
- Si el cliente quiere nuevas soluciones para sus clientes, arrancamos con Design Thinking.
Este es el caso más largo y que aplicamos en la metodología Kinder Garden, de intraemprendimiento y equipos ganadores de innovación y que te explico a continuación.
#1 Generar ideas
En la fase de generar ideas, aplico Design Thinking cuando buscamos ideas “market-pull”, es decir centradas en problemas del cliente (aunque también otras herramientas como océanos azules o innovación abierta)
Buscando soluciones a los problemas. Y en este caso aplico las 5 etapas de la metodología de la universidad de Stanford, al detalle:
- Empatizar
- Definir
- Idear
- Prototipar
- Testar
Si la respuesta en el test de usuario inicial es interesante (no menos del 70% de interés), pasamos a definir las hipótesis del modelo de negocio, y a combinar herramientas de Design Thinking y Lean Start-up.
#2 Madurar las ideas
Para mí esta es la fase crítica del modelo de innovación ágil.
Donde aplico herramientas y conceptos de Lean Start-up, con iteraciones de entre 90 y 120 días.
Si en ese plazo no se ha superado el descubrimiento de clientes, tenemos que decidir entre pivotar o abandonar la idea.
-
Modelo de negocio
Sobre la idea validada por un pequeño grupo de usuarios en el test de la fase anterior, definimos las hipótesis del modelo de negocio, utilizando el business model canvas.
Si la idea, por muy interesante que sea, no es capaz de definir al menos un modelo de negocio hipotético, la descartamos.
-
Descubrimiento de clientes
A partir de esta tener las hipótesis descritas (que coincide con la primera etapa de descubrimiento de clientes) necesitamos validar,
- si el problema es real,
- si podemos construir un producto mínimo viable que funcione y
- si alguien está dispuesto a pagar por nuestra solución
#3 Desarrollo de proyecto
Siguiendo el ciclo de Lean Start-up Hacer-Medir-Aprender, si hemos conseguido vender en la etapa anterior, en esta aplicamos:
-
Validación de clientes
Se trata de salir a vender.
Vender
Y vender
Probar los diferentes canales y medios de marketing, optimizar el embudo de ventas, a través de experimentos, pero ya en el mercado real.
Se trata de meter gasolina a nivel comercial.
También continuamos desarrollando nuestro producto hasta tener algo con más funcionalidades, pero de acuerdo a las peticiones de los clientes.
#4 Gestión del negocio
En esta última fase se trata de traspasar el desarrollo del nuevo producto, servicio o proceso a las operaciones del día a día.
En el caso de nuevos productos o servicios, se incorporarían a la gestión comercial habitual.
En procesos es similar, aunque puede resultar chocante.
Cuando trabajaba haciendo proyectos de innovación logística en Procter&Gamble, definíamos siempre un punto en el que el proyecto pasaba a “on-going”.
Hablando claro, era cuando el equipo del proyecto dejaba de prestar apoyo y dábamos por cerrado la implantación del nuevo proceso o tecnología.
Concluyendo
Como te decía, lo más interesante de estas herramientas es la posibilidad de combinarlas y adaptarlas como un artesano a tu proyecto particular.
Por mi experiencia, la táctica que mejor resultado da es tener en tu empresa una hoja de ruta para el desarrollo de nuevos productos y procesos (las fases y criterios de selección)
Y dependiendo de cada proyecto, elegir las herramientas más adecuadas, combinando Design Thinking y Lean Start-up para conseguir el mejor resultado.
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Gracias Ángel!