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Mi guía personal para gestionar el estrés y superar el síndrome del perro hambriento

gestionar el estrés

Fuente: Antroporama.com

Gestionar el estrés es crítico

Sobre todo trabajando con intangibles

Donde siempre existe trabajo que hacer

Clientes, plazos, compromisos, entregables

Son situaciones que provocan estrés y es necesario manejar

 

Cuando el éxito genera más estrés

Aquí va una confesión personal

Después de casi 5 años desde que lancé Innolandia.es, ahora mismo estoy en la cresta de la ola.

Las cosas van muy bien.

En clientes e ingresos.

Los proyectos siguen entrando.

Tanto tiempo deseando llegar a esta situación y de repente….

Me encuentro con que no doy basto

Que me faltan horas al día para trabajar

Y sobrevienen los sentimientos de culpa, por el tiempo que le estoy robando a mi familia

De mis hobbies, ya ni hablamos

Ahora mismo participo como mentor de varias mamás emprendedoras en un programa de EOI y el sentimiento de “malas madres” las llena a todas.

Es algo habitual.

Sólo date una vuelta por el blog “Club de las malas madres” (también aplicable a los papis, yo en muchas ocasiones me siento igual) y quizás, te sientas refleja@.

Por eso he escrito un post de casi 2000 palabras, que he tardado casi dos semanas en hacer.

Porque me ha servido para reflexionar sobre lo que hago para gestionar el estrés y superarlo

Y si te encuentras estresad@, espero que puedas aprovechar mis herramientas.

 

Entendiendo el estrés que tiene un profesional de la innovación

Es posible que te hayas enfrentado a picos de trabajo, con horas interminables y hayas terminado agotad@.

Llegas tarde a casa, normalmente de mal humor

Duermes mal

Comes de forma compulsiva

Tu familia / pareja acaba pagándolo porque estás continuamente rumiando en tu cabeza el trabajo pendiente y te enfadas a la mínima

Las tareas a realizar no paran de crecer y parece que, por muchas horas de trabajo que eches, la lista nunca se reduce.

A mí me pasa de vez en cuando, por eso no es la primera vez que profundizo sobre cómo gestionar el estrés.

Me gusta entender qué es lo que me pasa, aunque en muchas demasiadas ocasiones, no hago lo que debería hacer para solucionar el problema.

El estrés no es más que una reacción física y emocional ante un peligro, que nos prepara para responder o huir.

Como escuchaba en un video hace unos días, este tipo de respuesta era útil cuando las personas vivíamos en la selva, pero no en la sociedad avanzada.

Entonces….

¿Por qué tenemos que gestionar el estrés, si no tenemos peligros para nuestra vida?

Pues porque los peligros ya no son físicos, sino psicológicos y emocionales

  • No cumplir con los compromisos adquiridos
  • Perder el trabajo
  • Quedar mal ante otros compañeros
  • No alcanzar un objetivo
  • Situaciones de conflicto verbal
  • Etc…

Dicen los estudios que la mayor parte del estrés que sufrimos es porque no sabemos administrar los compromisos que adquirimos.

Es decir, prometemos lo que no podemos cumplir

Bien por quedar bien (decir que no es muy duro, e incluso puede sonarnos “de mala educación)

O bien por lo que he bautizado como el síndrome del perro hambriento, que me explicaba un compañero consultor:

  • Cuando eres freelance (o una microempresa), como es mi caso, cada vez que nos aparece un proyecto, lo aceptamos sin pensarlo.
  • Es como un perro que le pones un plato de comida delante y se lanza loco a por él, porque no sabe cuándo volverá a comer.
  • En nuestro caso, muchas veces aceptamos proyectos sin tener en cuenta las horas disponibles, simplemente porque no sabemos cuándo volveremos a tener otra oportunidad.
  • Actuamos como un perro hambriento, que en algunas ocasiones, tiene que vomitar, porque ha comido demasiado (si tienes uno, lo sabrás)

Estas situaciones, y en mi caso particular me ha ocurrido más de una vez, son las que nos generan ansiedad y nos obligan a plantearnos otras formas de gestionar el estrés.

 

10 rutinas para gestionar el estrés

Llevo más 15 años trabajando en innovación y con la materia prima del conocimiento

Y he pasado por unos cuantos picos de trabajo, con algún problema de salud incluido

Así que tengo cierta experiencia en gestionar el estrés

Lo que voy a contarte es simplemente la lista de tácticas que a mí me funcionan, pero que no necesariamente funcionarán contigo

A la hora de gestionar el estrés, he aprendido que no hay recetas mágicas, sino que lo más importante es conocerse a uno mismo y utilizar las tácticas que mejor se adapten a tu cuerpo.

Estas son las mías:

 

Las que debería aplicar y no lo hago

#1 Asumir más proyectos de lo que realmente puedes hacer

Te he contado más arriba el síndrome del perro hambriento.

Explica José Miguel Bolívar en su blog, que existen tres estrategias que puedes aplicar para gestionar tu estrés respecto a tus compromisos.

  • No comprometerse con nada que no estemos dispuestos a cumplir
  • Cumplir los compromisos (obvio)
  • Renegociar los compromisos (complicado cuando hablas de un cliente de pago)

Te reconozco que es mucho más fácil escribirlo que hacerlo.

Al final, la mayoría acabamos asumiendo proyectos y practicando la “patada a seguir”: renegociar compromisos cuando vemos que los vamos incumplir.

#2 Dormir y descansar

En cualquier sitio que busques sobre productividad y gestión de estrés te recomiendan equilibrar el tiempo de trabajo y el de descanso

Ya…

Ni de broma

Cuando tienes una lista de tareas de dos páginas, no hay horas suficientes para descansar.

Yo por lo menos.

Estoy en el sofá viendo la TV con mi mujer y estoy dándole vueltas al próximo correo a enviar.

El cuerpo segrega hormonas que te hacen estar alerta ante la situación de peligro (psicológico, no cumplir compromisos, etc…)

Y eso al final, lo acabas pagando porque erosionan tu salud, con catarros, gripes, etc…

Son llamadas de tu cuerpo de que te estás pasando y al final, acabarás con un atracón de proyectos.

#3 Comer sano

Otro consejo súper molón que no cumplimos la mayoría

Cuando tienes las hormonas a tope y estás en situación de alerta, el consumo de energía se dispara.

El cuerpo te pide combustible y de quemado rápido.

Y ahí aparecen las chocolatinas, cafés y comida basura variada: rápida de preparar, sacia y genera una sensación positiva rápida.

Sólo mira los productos de la máquina de vending de tu empresa.

Son un desastre para gestionar el estrés

Los nutrientes que aportan son nulos: sacian pero no alimentan.

Estás creando respuestas erróneas gestionar el estrés.

Lo que los psicólogos llaman mala adaptación a la situación.

 

Técnicas que aplico y me funcionan

Déjame que te cuente una serie de hábitos que utilizo y que sí me funcionan.

Si eres habitual del blog, sabrás que aplico la metodología GTD para gestionar mi efectividad personal y la verdad, es que me da bastante buenos resultados.

Advertencia:

GTD es una herramienta brutal para gestionar el estrés mejor, ya que tienes un control completo de tus frentes abiertos fuera de tu cabeza.

Pero no te garantiza que no lo vayas a sufrir en algún (muchos) momento

 

#4 ¿Qué compromisos en firme tienes?

El primer punto es tener un disco duro externo de todo lo que tienes comprometido con otras personas.

Listas

En papel (mejor) o softwares avanzados

Pero fuera de la cabeza

Yo tengo todos mis proyectos en un listado en Toodledo, para saber en qué guerras estoy metido.

No sólo los de facturación, sino también los comerciales, innovación propia o colaboraciones.

 

#5 GTD avanzado = Óptima Lab 3: Define entregables

En GTD, un proyecto es cualquier tarea que requiere más de una acción física.

Es decir, no es lo que tú y yo conocemos como proyecto habitualmente.

Por eso, hace un tiempo crucé una serie de correos con José Miguel Bolívar sobre cómo GTD se quedaba corto cuando trabajabas por proyectos de intangibles (los que hacemos los profesionales de la innovación).

Y me dio una alternativa muy interesante:

Haz una lista, dentro de cada proyecto, de los entregables a realizar.

En su metodología avanzada OPTIMA 3 ellos lo llaman «RT»: resultados tachables

Son mini proyectos (es decir, los proyectos GTD)

Y céntrate sólo en el siguiente

Una forma de gestionar el estrés a través de tus compromisos

#6 Los hábitos: gestionar tu flujo de trabajo

GTD es un conjunto de hábitos de trabajo, con alguna herramienta

Y cambiar los hábitos no es nada sencillo

Por eso nos planteamos perder peso todos los años: empezamos muy fuerte con ejercicio y dieta y a las dos semanas, nos hemos cansado y lo dejamos.

Francisco Alcaide en su super interesante libro Aprendiendo de los mejores, explica que lo importante para construir hábitos es empezar poco a poco y sobre todo con constancia.

Y es lo que a mí me ha funcionado: pequeños avances, pero sostenidos en el tiempo.

Dedicar tiempo todas las semanas a revisar tus listas de entregables y proyectos no es fácil, pero es imprescindible para gestionar tu estrés con éxito.

#7 El estado de flujo: contextos y energía

Quizás has podido trabajar en un estado de flujo, y no te has dado cuenta.

Se produce cuando estás tan concentrado en algo, que el trabajo sale solo y el tiempo pasa volando.

Te suena?

La primera persona que habló de “fluir” (flow) fue  Mihály Csíkszentmihály, y se refiere a

Un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se experimenta mientras la actividad está en curso (Wikipedia)

Encontrar estados de flujo es crítico para gestionar el estrés. Y la clave es hacer lo que realmente es necesario, con todo el foco en él.

La manera en la que decido qué tareas hacer es diferente con GTD a cómo lo hacía antes, y es más fácil que encuentre estados de flujo:

  • Contextos:

Elige un contexto: sitio, espacio, donde tienes todas las herramientas necesarias para hacer una tarea.

Agrupar tareas por “lotes” es más eficiente que por “temas”.

Si tienes que buscar información en Internet de varios proyectos, haz las tareas de buscar seguidas y no busques y analices la información del proyecto A.

  • Energía:

Hay acciones que requieren alta concentración y otras que menos.

Dentro de un contexto determinado eliges la acción que vas a realizar en función del nivel de energía que necesites y del que dispongas en ese momento.

#8 Aprovechar los picos de energía: Levantarme a las 6am

Un paso más

Si empiezas a conocer tus niveles de energía disponibles, sabrás cuándo eres más productivo.

Es fundamental adaptar tus rutinas personales y profesionales a esos niveles y biorritmos personales.

En mi caso, yo soy animal diurno.

Soy mucho más eficiente por las mañanas.

Ya lo era cuando estudiaba. Nunca me quedé por la noche a estudiar. Directamente, me dormía delante del libro.

Así que he decidido desde verano levantarme a las 6am para aprovechar mis picos de productividad para hacer las acciones de mayor profundidad y concentración.

Claro, que esto es más fácil cuando no tienes que ir obligatoriamente a una oficina….

Bienvenido al trabajo del siglo XXI.

#9 Espacios para recargar energías

Este es mi último aprendizaje

Desde hace unas semanas estoy siguiente un curso online de Mindfullness, basado en la técnica MBSR, desarrollado por el MIT (cómo no…) con esMindfullness

Mi aprendizaje fundamental, más allá de las técnicas específicas del curso, es que todos necesitamos dedicarnos un tiempo a cuidarnos a nosotros mismos.

DIARIAMENTE

Y ese tiempo pueden ser simplemente 10 minutos de técnicas de respiración, pero que te pueden recargar de la energía necesaria para gestionar tu estrés y crear pequeñas islas de recuperación.

#10 Trabajar mucho. Pero sobre todo, de forma inteligente

Te mentiría si te dijera que trabajo menos

Cuando llega un pico de trabajo, tienes que currar como una bestia.

Muchas horas, porque la carga de trabajo para sacar adelante los proyectos es enorme.

El cambio drástico que tenemos que aplicarnos es trabajar de forma inteligente.

La mejor receta para gestionar el estrés

Cuando te enfrentas a una situación de crisis de trabajo, solemos perder el norte y nuestro cerebro emocional es el que toma las riendas. Apostamos por lo urgente, por apagar fuegos, por gestionar los marrones, patadas a seguir….

En el fondo, no cumplir nuestros compromisos importantes, lo que nos genera estrés.

Por eso, si vas a tener que trabajar 12 horas al día para salvar el proyecto a tiempo, mejor que lo hagas de forma inteligente y apliques alguna de las técnicas que te he contado durante el post.

A mí me ha funcionado.

Aunque esto no es «buenismo». Vas a tener que sudar para conseguir resultados.

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