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El método definitivo para evaluar proyectos de innovación y no equivocarse

Elegir los proyectos de innovación que quieres realizar es un decisión complicada.

Depende de muchos factores:

  • Recursos disponibles (personas, dinero y equipamiento)
  • Las prioridades del momento
  • Intereses de los clientes
  • Intereses del equipo directivo (sí, ellos también meten la cuchara aquí)

Mi experiencia con muchas empresas es que cuando se llega a una reunión para decidir qué proyectos hacer es un desastre.

No se toman decisiones.

Muchas veces puedes ver, como observador externo, que salen las rencillas interna de la organización de por que mi proyecto es mejor que el tuyo.

Una pelea de gallitos.

O de gatas, que también las he visto.

Cómo filtrar los proyectos que llegan a la cartera

De nada sirve tener un anteproyecto de 50 páginas que nadie se va a leer antes de la reunión.

Tiene que ser algo muy sencillo.

Yo suelo aplicar el modelo de Stage – gate para decidir qué proyectos siguen adelante y cuáles no. Incluso lo aplico en mi negocio de Innolandia.es.

Si quieres profundizar sobre esta herramienta, te recomiendo estos artículos

También puedes aplicar las metodologías ágiles, que están muy bien, pero en algún momento hay que pararse a reflexionar y medir.

Incluso estas metodologías también definen puntos de control.

El desarrollo de clientes definido por Steve Blank, también marca dos puntos de control, después de cada fase, en los que hay que decidir si pivotar, iterar o seguir adelante.

Desde mi modesto punto de vista, los criterios de avance de esta herramienta se centran en cuántas hipótesis has validado y cuando lo he aplicado, me encuentro un poco perdido.

Un modelo ágil para evaluar proyectos de innovación

Cuando llegan las ideas para ser evaluadas tienen que existir criterios claros, transparentes, conocidos por todos, objetivos y fáciles de medir.

Siguiendo mi filosofía de innovación ágil, creo que hay que simplificar las cosas y orientarlas a la acción. Vamos allá.

Introducción: Las etapas del ciclo de ideas

Antes de evaluar proyectos de innovación, tienes que tener claro que una idea pasa por al menos 3 etapas:

  • Idea.

Esta es la etapa de las ideas de bombero, las que van a cambiar el mundo, y se nos ocurren en cualquier momento. Es imprescindible que las apuntes todas las que te lleguen a la cabeza. Y el smartphone y sus notas es tu mejor aliado en estos momentos.

  • Proyecto.

Las ideas más prometedoras pasan a ser desarrolladas. Se invierten recursos para desarrollar los prototipos y productos para ver si las lanzamos o no al mercado.

  • Lanzamiento.

Ya hemos conseguido algo sólido y lo vamos a lanzar al mercado. Hay que hacer todas las acciones necesarias para que el producto / servicio / proceso pase a producción y sobre todo recoger resultados, para mejorarlo o tirarlo a la basura.

Cada empresa debe decidir, en base a su estructura y complejidad cuántas fases quiere incluir en el ciclo de ideas, de acuerdo a los recursos que disponga y plazos de tiempo que necesite.

Pero estas tres etapas en la vida de una idea, son fijas.

Los 4 criterios mágicos para descubrir los proyectos exitosos

Evaluar proyectos de innovación

# 1 Encaje estratégico

Lo primero que tiene que decidir la empresa para evaluar proyectos de innovación y reducir la tasa de fracaso es si analizar las ideas que ha recibido encajan con su estrategia.

Esto es básico.

Porque podemos tener una idea de crear una red social de contactos para personas mayores que están solas, pero si nuestra empresa se dedica a recolectar naranjas y venderlas por Internet, pues va a ser que no.

Este criterio lleva implícita otra reflexión: ¿Sabemos cuál es nuestra estrategia de innovación?

Te sugiero que revises este post, en el que escribía sobre esto.

#2 Riesgo tecnológico

Cualquier idea de innovación tiene implícitos dos riesgos: el comercial y el tecnológico.

El riesgo tecnológico nos obliga a responder a una pregunta muy sencilla: ¿somos capaces de desarrollar la idea y convertirla en un producto / servicio / proceso de verdad?

El papel y el powerpoint lo aguntan todo.

Pero hay que responder sinceramente a esta pregunta, porque si no el batacazo puede ser enorme.

  • ¿Existe la tecnología que queremos implantar o hay que recurrir a investigaciones de centros del conocimiento?
  • ¿Tenemos personas que saben aplicar esta tecnología?

Puede llegar a costarte el puesto o incluso arruinarte.

#3 Riesgo comercial

El segundo riesgo también responde a una pregunta muy sencilla: ¿hay alguien dispuesto a pagar dinero por nuestro producto/servicio/proceso?

En el caso de los nuevos productos, está claro, es alguien del mercado exterior.

Pero en el caso de innovaciones en proceso, marketing u organización, también hay clientes. Son clientes internos.

¿Está el director del departamento de producción dispuesto a implantar el nuevo material ultrarresistente que hemos desarrollado con la Universidad?

Para reducir el riesgo comercial tiene mucho sentido la filosofía de metodologías ágiles, que permite analizar con bajo riesgo si los consumidores en primer lugar tienen esa necesidad, y después si ese prototipo estarían dispuestos a comprarlo.

#4 Viabilidad financiera

Me gusta decirle a mis clientes que no se pongan a mirar la rentabilidad y evaluar proyectos de innovación hasta que no tengan claro que el proyecto puede tener sentido.

Los indicadores básicos para medir son dos: la rentabilidad (ROI, cashflow, años de recuperación) y también la necesidad de fondos, especialmente para proyectos de gran tamaño.

El criterio de viabilidad financiera debe ser uno más y no exclusivo.

Porque a veces, toca realizar proyectos de innovación que no son rentables, pero son enormemente estratégicos, si tu cliente te lo ha pedido.

El mayor proyecto de innovación que he dirigido no era rentable, pero era estratégico porque si no lo hacíamos, el segundo mayor cliente de la compañía dejaría de comprarnos.

Solución: hacer el proyecto y planificar inmediatamente un proyecto para reducir los costes de la operación.

Pasando a la acción: Las decisiones a tomar para evaluar proyectos de innovación

El proceso de evaluación es sencillo, una vez que tienes definidos los criterios y los indicadores para cada criterio.

Se fija una reunión periódica en la que se analizan las ideas que han entrado, para ver cuáles pasan o no.

Y la decisión es muy sencilla: pasa o no pasa.

Si pasa, hay que asignar recursos y fijar fechas.

Si no lo hacemos estamos gestionando humo.

Y aquí es donde muchas organizaciones fallan. En la gestión y no en evaluar proyectos de innovación.

Si no hay recursos y fechas a cumplir, los proyectos se paralizan y se eternizan.

Quedan en el aire y como no es prioritario, los directivos acaban desistiendo y cambiando los prioridades.

Es una forma de matar la innovación.

Así que si quieres evitarlo, ponte las pilas.

No necesitas grandes softwares.

Te vale con un Excel o powerpoint.

Cuatro recomendaciones finales

  • Define claramente los indicadores para cada criterio. Que no haya dudas para evaluar las ideas. Y haz públicos los criterios.
  • Incluye todas las ideas que lleguen para evaluarlas. No descartes ninguna inicialmente
  • Fija reuniones periódicas con personas que puedan tomar decisiones ejecutivas (recursos, dinero…) para evaluar los proyectos
  • Fija por escrito los responsables y fechas de revisión de los proyectos que avancen.

Aún estás a tiempo. ¿Cómo vas a elegir los proyectos de innovación que vas a hacer los próximos meses? Te espero en el hilo de comentarios.

4 comentarios

Fernando López G.

Es buenisima esta página y es de interes mundial pues este tema es un tema del siglo 21.