Modelo de negocio de financiación pública de la innovación

Sé que hablar sobre el modelo de negocio basado en la financiación pública de la innovación requiere hacerlo más en profundidad, pero quiero compartir mis reflexiones personales ahora que se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado y vamos todos los profesionales de la innovación completamente locos a ver si levantamos algún proyecto.

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Aquí van mis pensamientos «en bruto», los iremos puliendo en post posteriores:

Las ayudas públicas

1. Siempre he creído en la meritocracia. Por eso pienso que no es sostenible un modelo de negocio basado únicamente en ayudas públicas a la innovación a fondo perdido (subvenciones). Por eso estoy a favor de las ayudas en forma de préstamo, tal y como se utilizan en el CDTI o en el Plan Avanza de este año.

2. Las ayudas para hacer planes estratégicos y cosas por el estilo no han servido de mucho. ¿Cuántos planes hay tirados en los cajones de los directivos de las empresas? Si no se valora el conocimiento que aportan los profesionales y se está dispuesto a pagar por él, la empresa no está preparada para innovar y debemos buscar otro cliente.

3. Necesitamos proyectos de financiación pública de mayor tamaño y para eso es imprescindible colaborar. He visto financiar proyectos de 30.000 € a una empresa, así luego es imposible que nos planteemos proyectos de mayor embargadura o impacto, ya que el salto hasta los programas CDTI es a 240.000 €. Demasiado para una pyme no tecnológica.

Cambios en el modelo de negocio

4. Los centros del conocimiento (Universidades, centros tecnológicos….) tienen que salir a vender al mercado privado. Llámalo transferencia, valorización o como quieras. Pero en el fondo es vender innovación. Y cuanto antes mejor. En mi trabajo con el grupo de videojuegos e inteligencia artificial de la Universidad de Alicante, lo primero que hemos hecho ha sido diseñar nuestro modelo de negocio (utilizando el Canvas) y un agresivo plan de marketing (modelo de guerrilla, 5 páginas) para captar clientes privados que estén dispuestos a pagar por lo que hacemos.

5. Hay que encontrar nuestro cliente. No todo el mundo está dispuesto a pagar por innovación o tecnología, y menos nuestras pymes, con la que está cayendo en España. Solo las empresas que gerencialmente están maduras, pueden comprar innovación (pagar por conocimiento). Si no está en nuestra provincia, buscamos en España. Y si no en Europa. Y si no en el resto del mundo. Hay suficientes herramientas tecnológicas (mercados virtuales, redes sociales verticales,….) que están orientadas para conseguirlo.

6. Cuando los centros del conocimiento crean consorcios de empresas para presentar proyectos agrupados de financiación pública tienen que asegurar cómo se va a producir la transferencia del conocimiento. ¿Realmente las tecnologías que se desarrollan las ponen en marcha las empresas que han participado? ¿Cómo medimos que realmente se ha realizado la transferencia, más allá de los asistentes a los cursos y jornadas de difusión? ¿Por qué desarrollar servicios de implantación de tecnología / innovación, como parte de estos proyectos agrupados?

7. Los profesionales de la innovación tenemos la obligación de integrarnos mucho más con el cliente. Enfoque artesano. No asumir más de lo que podemos gestionar. Y lo que asumimos, prestamos un servicio inigualable. Y además, compartimos riesgos. Por eso creo que es imprescindible vincular una parte de nuestros honorarios a la consecución de los diferentes hitos del proyecto. En mi caso, no desarrollo directamente las solicitudes de ayudas, sino que mi trabajo está antes (generación de ideas y diseño de proyectos) y después (dirección del mismo) y yo vinculo una parte de mis honorarios a la consecución de la financiación pública y a la aprobación de la justificación.

8. Somos los profesionales de la innovación los que debemos generar los consorcios a través de nuestras redes de contacto. Yo he aprendido con la práctica a llevar un excel con ideas que voy recogiendo en diferentes foros y entrevistas. Y cuando las cruzas pueden salir proyectos interesantes. Entonces hay que  mover la red de contactos y ver quién está dispuesto a participar y colaborar.

No pretendo tener razón ni definir un modelo. Se trata simplemente de reflexiones personales. Me gustaría saber qué opinas tú y compartir conocimiento en un tema tan complejo como la financiación pública de la innovación.
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