Uno de mis últimos aprendizajes es que debemos centrarnos en un solo proyecto proyecto de innovación. Algo, que por cierto, yo no hago habitualmente y que me está haciendo reflexionar y quizás me lleve a modificar mi estrategia y modelo de negocio. Pero esto irá surgiendo poco a poco.
Llevo dándole la vuelta a la idea desde hace unos días, que estuve en Barcelona en la Avanzalis Knowledge Associates International Meeting, invitado por los socios de Avanzalis, Ignasi Esteban y José Carlos Ramos.
Estuvimos compartiendo experiencias y conocimiento un grupo de personas absolutamente interesante, tratando de generar nuevas ideas sobre cómo enfocar el mercado de la innovación, ofreciendo soluciones intensivas en conocimiento.
Las personas tendemos a hacer lo que nos gusta
A mi hija Lucía le gusta ponerse el ordenador cuando llega del cole y ver películas de Disney. Sin embargo, no le gusta tanto cuando llega del cole leer algún cuento. Ante diferentes opciones del proyecto «pasar la tarde», tiende a hacer aquello que más le gusta y le proporciona mayor satisfacción.
En el trabajo nos ocurre lo mismo. Cuando has trabajado en una organización que gestiona proyecto de innovación y formas parte de un equipo, es posible que hayas tenido que trabajar en varios proyectos a la vez. Si, como en mi caso particular, has tenido responsabilidad sobre una unidad de negocio, no solo eres responsable de un proyecto de innovación, sino de varios simultáneamente y te toca coordinar calendarios y recursos para cuadrar el círculo. ¿Te suena la historia?
Sin embargo las personas tenemos una atención limitada.
Muchos puntos de atención nos generan frustración y un descenso de la productividad personal. No solo eso, además está la famosa teoría de «la cabra tira al monte», es decir nos gusta ocupar nuestro tiempo en aquello en lo que nos sentimos más cómodos o nos gusta más.
En el caso de gestionar varios proyectos, esta situación lleva a que dediquemos, de forma inconsciente, más tiempo a aquellas tareas más sencillas o bien aquellas que nos parecen más apetecibles. Es algo humano y yo soy el primero que se despista y prefiero dedicar la tarde a escribir un post que a corregir los exámenes del máster online de Logística en el que participo como tutor.
El foco en un proyecto de innovación
Si volvemos al ejemplo de manejar varios proyectos, nos encontramos con el problema de que o somos cuadriculados tipo alemanes gestionando el tiempo que dedicamos o no estaremos prestando la atención que se merecen los diferentes proyectos en los que estamos involucrados. Después nos encontraremos con malos resultados, debido a nuestra falta de foco.
Si nos enfocamos en único proyecto y dedicamos todos nuestros esfuerzos a él, aumenta nuestro compromiso con el proyecto. Si dedicamos las 40 60 horas de trabajo a la semana a un solo proyecto, cada vez lo haremos más nuestro, estaremos más involucrados y tendremos una sola preocupación en nuestra cabeza.
Desde el punto de vista del negocio, podremos ofrecer más valor, aportar nuestro conocimiento a mejorar de verdad los resultados del cliente y no quedarnos en implantar un proyecto y dar un poco de soporte posterior. Nos meteremos en el corazón de nuestro cliente y le ayudaremos de verdad.
Además, aumentará nuestra productividad, no necesitaremos estar continuamente cambiando de chip y retomando el trabajo, con la pérdida de productividad que esto supone. Y al final, la calidad de los resultados será mayor.
Debemos distinguir entre proyecto y tareas: un proyecto es un trabajo para un cliente, habitualmente con fecha de inicio y fin. Las tareas son la subdivisión del proyecto en partes más asumibles. Cuando hablo de enfocarse en un proyecto no me refiero a solo realizar una tarea, eso queda para la gestión del tiempo y la productividad personal. En este sentido, os recomiendo el blog de Óptima Infinito de José Miguel Bolívar, para ser mejorar la productividad personal.
Hablo del compromiso con un cliente a largo plazo por sacar adelante una idea de negocio concreta. En arremangarnos y meternos en el barro hasta el fondo, «haciendo cosas» en el front office, en el mercado.
¿Por qué un centro tecnológico no se involucra a medio plazo con sus clientes en la comercialización de la tecnología que acaban de implantar? ¿Por qué no ayudar en el desarrollo del modelo de negocio del nuevo producto desarrollado? Estaríamos aportando un valor fundamental y alargando la vida del cliente. Quizás es que no tengamos las capacidades necesarias para hacerlo. Pues busquémoslas!!!!!
Cuando hablamos free-lance o pequeñas boutiques, la necesidad de enfocarse en un solo proyecto de innovación es, además crítica.
Como pequeños consultores debemos tener cuidado con los proyectos que asumimos.
No les podremos dedicar la misma atención a todos, y los resultados y la relación con las personas de la organización cliente se verán afectados. Es un enfoque cercano a la consultoría artesana.
Por eso es preferible dedicarnos a un solo proyecto en un plazo medio de tiempo, en el que podamos volcar todo nuestro talento y esfuerzo y por el que, además seamos recompensados económicamente por ello. Encontraremos un propósito por el que levantarnos por la mañana, más allá de «ir de caza», a ver cuántos clientes obtengo para poder pagar las facturas.
Nos estaremos convirtiendo en intraemprendedores, que aportan un valor diferencia a los clientes, basado en el conocimiento.
¿Sabes cuál es tu foco? ¿En cuántos proyectos participas a la vez? ¿Crees que eres productivo?
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Por qué mejor enfocarse en un solo proyecto de innovación – Innolandia.es, servicios online para innovar