Post escrito por Angela Medina.
La semana pasada estuvimos de excursión en la XII edición del Murcia Food, un evento cuyo objetivo es promover la innovación alimentaria.
Podéis pensar que allí donde aparece la palabra innovación va Innolandia como mosca a la luz, pero en este caso nuestra presencia tenía más que ver con la Inteligencia Artificial Generativa (un tema del que también os habréis cansado de oírnos hablar).
Lo que más ilusión me hace contaros es que presentamos un poster. Hacía diez años que no me enfrentaba al formato científico, desde que dejé los microscopios y musgos.
Lo retomé con mucha ilusión. Cogí todo el trabajo de exploración que hemos hecho estos años en Innolandia para convertirlo en una foto científica.

Sabéis que llevamos mucho tiempo ayudando a compañías a implementar la IAG a través de nuestra metodología de aceleradora. Pues gracias a eso tenemos una visión panorámica del asunto.
Sabemos qué pasa desde que una compañía decide implementar IAG en sus procesos, hasta que lo incorpora como una herramienta más (si es que ocurre…).
Además, contamos con datos de la radiografía del innovador acerca del uso real de estas herramientas en el día a día de los innovadores. De todo eso y más va nuestro poster.
Tecnologías para la innovación en alimentación
Durante el día disfrutamos de un montón de ponencias sobre tecnologías punteras en el ámbito de la innovación alimentaria. Soy una buena friki así que lo disfruté como una enana.
Desde liposomas para el almacenamiento y transporte de vitamina C en el organismo, hasta tecnologías de blockchain para analizar la trazabilidad de las cadenas de suministro.
Toda la jornada estuvo marcada por mejoras destinadas a la revalorización de subproductos de procesos.
¿Sabías que por la producción de cada litro de aceite se generan 4 kg de residuo? Desde luego la innovación tiene mucho que hacer para conseguir el aclamado objetivo del residuo 0.
Nuestros amigos de Cartif, que no podían perderse el evento, presentaron una innovación en su proceso de extrusión. Modificando los parámetros del proceso actual conseguían transformar “residuos” en una receta plant pased saludable.
La economía circular ha venido para quedarse.
Tengo que hacer un paréntesis obligado del Symposium.
Como hago siempre que escribo un post, no puedo resistir hacer referencia a la gastronomía. A una le gusta comer, qué le vamos a hacer.
Y esta vez con más razón, ¿cómo no vamos a hablar de comida en el Murcia Food?
Igual que comimos borraja en Zaragoza, y como no podía ser de otra manera, Murcia nos deleitó con sus marineras, su pastel de carne y su ensalada murciana. Tengo que decir que si hubiera faltado algo de esta santa trinidad habría vuelto muy triste a casa.
Estos momentos de conversar y compartir con el resto de participantes con el estómago lleno siempre se agradecen.
Volvemos a la otra chicha.
Un poco más de #InnovaciónAumentada
Además de presentar el poster, Innolandia tuvo el placer de cerrar el evento con la participación de Ángel en la mesa “Inteligencia artificial: oportunidades para la industria alimentaria” junto con Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán (Universidad Europea Miguel de Cervantes) y Emilio Soria-Olivas (IDAL, Escuela Superior de Ingeniería, Universidad de Valencia), moderada por Iván Pérez de Vickyfoods.
Una de las partes más interesantes de esta mesa, para mí, fue la conversación acerca del cambio de paradigma en la educación con la aparición de la IAG.
Más allá de la “atrofia cerebral” que puede generar el mal uso de estas herramientas, la clave es fomentar la educación adaptativa.
Tenemos al alcance de nuestras manos una herramienta que nos permite buscarnos la vida mejor que nunca.
Cuando estudié en Campus 42, el lema era simple “Up to You”. En ese momento Chat GPT ya estaba a la orden del día (sobre todo para una panda de frikis informáticos).
Nosotros no teníamos que entregar trabajos para conseguir una nota, ni teníamos que completar exámenes rutinarios con textos aprendidos. Nuestro objetivo era resolver problemas. Cada día un problema nuevo.
Esto significa que usábamos Chat GPT, no para generar resultados que copiar y pegar, sino como un compañero de aprendizaje. Teníamos que saber muy bien lo que queríamos y complementar sus respuestas con razonamiento aplicado a nuestros problemas.
Si el modelo de aprendizaje sigue siendo el de repetir como loros un temario, entonces sí, la IAG va a atrofiarnos el cerebro más de lo que ya lo hace el sistema de enseñanza.
Siguiendo el hilo de la informática (deformación profesional), otro apunte muy interesante fue el siguiente: en el ámbito de la informática podremos hacer cada vez cosas más complejas de forma más sencilla.
Esto no significa que cualquiera pueda dedicarse a la informática y quitarle tarea a un profesional, sino que quienes lo hacemos podremos llegar más lejos. De nuevo dejamos claro que esta tecnología nos aumenta, no nos sustituye.
Para cerrar la mesa el moderador propuso un viaje al futuro. ¿Qué va a pasar con la IA en 20 años?
Robots humanoides y productos que llegan a tu casa sin haberlos pedido. Podemos imaginar muchas cosas. Lo que yo tengo claro, coincidiendo con las opiniones de la mesa, es que tenemos que estar preparados.
Hay que adaptarse a la tecnología, a las nuevas posibilidades.
Tenemos que adoptar una nueva forma de aprender y de enfrentarnos a los retos. De buscarnos la vida.
Revisar los procesos del día a día, encontrar aquellos donde la IAG nos permita mejorar. Para eso tenemos que entender muy bien la tecnología, porque como muy bien apuntó Pecharromán, “cuando aprendes a usar un martillo todo es un clavo”.
La IAG no vale para todo, pero vale para muchas cosas. Está claro que quién sepa para qué y la utilice bien va a posicionarse por delante.
Este es el reto, y cuanto antes empecemos mejor preparados estaremos para ese futuro (haya o no robots humanoides preparando unas lentejas).
Terminamos una jornada intensa con una sonrisa, el estómago lleno y nuevos e interesantes contactos para seguir aprendiendo y colaborando.
Pusimos rumbo a Alicante, y a pesar de estar en mayo, el calor del coche picaba como en pleno mes de agosto.
Espero que todas estas tecnologías propuestas para avanzar en la innovación alimentaria en el ámbito de la economía circular de este congreso pongan un buen puñado de arena en la lucha contra el cambio climático.
Hasta el próximo post.
Angie.