Hola, ¿qué tal? Soy Ángel Alba de innolandia.es.
Bienvenido a un nuevo episodio del podcast «El día a día del Innovador».
Este episodio me va a costar alguna discusión con algunos buenos amigos con los que trabajamos de centros tecnológicos o incluso de algunas empresas, porque vamos a hablar de si es posible innovar sin subvenciones.
Ese tema un poco tabú, donde mucha gente piensa que si no hay subvenciones, no podemos innovar.
Vamos a ver un poco qué podemos hacer, si es posible, si no es posible, lo veremos a lo largo del episodio.
Antes quiero hacerte un primer disclaimer.
Innolandia tiene 13 años en el momento en que grabo este episodio.
Y nosotros hemos recibido dos subvenciones.
Una, un kit digital con el que hemos renovado la web.
Segundo, un proyecto junto a Pablo Peñalver del Ministerio de Educación con fondos de Next Generation para crear un piloto nacional de viveros de emprendedores en los institutos de FP.
Y luego, además, hemos recibido un servicio que estaba subvencionado por un proyecto europeo a través del Instituto Tecnológico de la Informática de la Comunidad Valenciana para construir un RAG, con el que hemos podido construir un RAG con inteligencia artificial con todo el contenido de Innolandia.
No voy a ser nada hipócrita, en el sentido de que nosotros hemos utilizado algunas subvenciones y hemos probado la pizza.
Como verás, a pesar de que tengo mis reticencias, al final la hemos utilizado para algunas cosas, y ahora te diré por qué.
Pero bueno, vamos a empezar primero entendiendo cuál es el marco de trabajo.
Primero vamos a entender qué es una subvención.
Una subvención es una cantidad de dinero público que se entrega a determinados proyectos con el objetivo de minimizar el riesgo y fomentar la innovación, pero con unas condiciones concretas.
Es decir, está demostrado que cuando existen unos niveles de riesgo elevados, una forma de reducir ese riesgo es a través de dinero público.
De hecho, hay estudios que dicen que por cada euro de subvenciones públicas pueden movilizar hasta tres euros de inversión privada en innovación. Con lo cual es una palanca que cuentan las administraciones públicas para poder fomentar la innovación.
Otra cosa es como se esté utilizando bien o se esté utilizando mal, pero eso es otro debate, eso es otro episodio de podcast.
Bien, entonces, como hemos hablado, para conseguir una subvención, tú tienes que hacer dos trámites administrativos.
El primero es solicitarla a través de una serie de memorias -y todos conocéis cómo funciona esto-.
Hay tres niveles de proyectos: tenemos las subvenciones regionales, tenemos las subvenciones nacionales y tenemos los proyectos europeos o internacionales. También tienes los CDTI bilaterales entre diferentes países.
Hay un mapa inmenso de subvenciones en las que no voy a entrar, porque hay consultoras que lo hacen muchísimo mejor que nosotros y nosotros no sabemos trabajar con subvenciones.
Entonces, como te decía, administrativamente hay dos actos. El primero, que es solicitar la subvención. Es decir, tú elaboras una memoria de proyecto donde presentas un proyecto que, en base a unas bases que ha definido la administración de qué tipo de áreas, no sé qué, tú presentas y si te lo dan el dinero, luego tienes que justificar que los gastos que tú has hecho, tanto de compra de maquinaria o de elementos, como subcontrataciones, como las horas de trabajo del equipo interno, se han ejecutado y se han dedicado específicamente a eso.
Es importante entender la parte de solicitud y las justificaciones porque esta es una de las problemáticas que puede tener las subvenciones.
Hay otro tipo de herramientas que ayudan desde la financiación pública a fomentar la innovación, como pueden ser las desgravaciones fiscales, el patent box, etcétera.
No vamos a entrar.
Ventajas que tiene utilizar subvenciones para proyectos de innovación.
Primera ventaja
Evidentemente, para lo que está definido una subvención, que es para reducir el riesgo financiero de hacer un proyecto de I+D+i. Al final, invertir en algo incierto a los financieros les explota la cabeza, porque no pueden calcular un ROI, porque es incierto.
Es decir, hay un riesgo y puede que no salga, con lo cual puede ir a pérdida. Entonces, si en lugar de invertir 100 vas a invertir 70, pues esos 30 están reduciendo el riesgo.
Primera parte, reducción del riesgo.
Segunda ventaja
Puedes financiar los costes del departamento.
Esto es así.
Nosotros hemos visto a clientes que lo que utilizan son las subvenciones para financiar sus departamentos, lo que nosotros llamamos proyectos vaca lechera. Utilizamos esos proyectos para pagar las nóminas. Punto
Tercera ventaja
Te permite acceder a redes de conocimiento y de tecnología, especialmente en proyectos europeos, donde puedes acceder a tecnologías que están distantes y que puedes incorporarlas a tu empresa gracias a participar en consorcios.
Esto también ocurre en proyectos nacionales que puedas realizar en consorcios.
Y el último elemento es el incentivo para innovar.
Es decir, hay directivos a los que cuando tú le pones el dinero encima de la mesa, «esto es una subvención», pueden dar ese pasito o ese empujón final que necesitan para poder decidir que quieren innovar.
Con lo cual, hay una serie de ventajas de innovar con subvenciones.
Desventajas que tiene utilizar subvenciones para proyectos de innovación.
Primera desventaja
La lentitud y la burocracia.
Como te decía antes, tú presentas una solicitud y de ahí se evalúa y de ahí te dan los resultados.
Hemos visto casos -todos los conocéis- de que se lanza la solicitud en el mes de marzo y te la conceden en diciembre para ejecutar en diciembre.
En fin. Más toda la burocracia de los papeles que hay que presentar, de la memoria, no solo de la presentación, sino luego sobre todo de la justificación.
Toda la información que tienes que recopilar, que si las horas dedicadas, que si la solicitud de tres presupuestos.
Todo ese papeleo genera bastante lentitud.
Segunda desventaja
Las subvenciones -excepto CDTI, que es continua- van por plazos.
Es decir, tú tienes unas fechas de convocatoria, con lo cual tú tienes que presentar los proyectos en esas fechas de convocatoria.
La pregunta es: si tu proyecto no encaja con esas fechas, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a parar o lo vas a hacer sin subvención? ¿O qué vas a hacer? Entonces hay empresas que el problema es que condicionan sus proyectos a las fechas de convocatoria.
El ejemplo lo tenemos ahora con la convocatoria de INNTERCONECTA, donde todo el mundo está hablando de los INNTERCONECTA.
Pero la pregunta es realmente: ¿tengo que hacer un INNTERCONECTA? ¿Encaja dentro de mi estrategia o no? Hay una ventana de oportunidad y eso es un problema, no encaja con los plazos de trabajo del departamento.
Tercera desventaja
El coste financiero.
Hay proyectos, especialmente los grandes, donde te están pidiendo avales, y eso es un coste.
Y si no tienes la parte del aval, seguramente tengas que adelantar el dinero para pagar los costes y los recibes después de la justificación, con lo cual seguramente tengas que tirar de póliza de crédito.
Estas cosas también son un coste financiero.
Cuarta desventaja
La sobrecarga administrativa. Cada vez más los proyectos subvencionados tienen que justificar.
Y nosotros hemos visto empresas que han desarrollado su propio software para justificar proyectos. Estamos locos.
No tenemos un software para llevar el embudo de proyectos, pero tenemos un software para gestionar subvenciones. Ahí lo dejo.
Claro, ¿esto qué pasa? Que cuando hemos tenido clientes que venían locos «me han concedido un PERTE». Vale, te han concedido un PERTE, pero tú lo que haces con un proyecto subvencional es que bloqueas recursos durante X tiempo, dos años.
Entonces, luego, si quieres hacer otros proyectos más ágiles, no me vengas llorando que no tienes recursos.
Con lo cual, hay una sobrecarga administrativa por un lado y después es un bloqueo de recursos. Una vez que te conceden el proyecto, lo tienes que ejecutar. Es lo que hay.
La principal problemática para mí de las subvenciones
Te puede llevar a hacer proyectos que no necesitas.
Entrar realmente en una churrera de proyectos. ¿Por qué? Pues porque al final surge, como decía antes, el INNTERCONECTA, salen los proyectos, y pensamos qué proyecto puede encajar en INNTERCONECTA.
Ya, ¿pero ese proyecto está alineado con la estrategia de negocio? ¿Ese proyecto es realmente el que necesitamos? Permítame que te ponga mi ejemplo. Nosotros utilizamos el servicio que nos propuso el Instituto Tecnológico de la Informática para desarrollar un RAG.
¿Pero por qué? Porque nosotros estábamos en un proyecto de desarrollar un asistente de IA entrenado con nuestro propio contenido. Ya está.
Es decir, estaba en nuestra línea estratégica. Y fue cuando nosotros llamamos a ITI y le preguntamos: «Oye, estamos haciendo algo, ¿qué podemos hacer?», y ellos nos dieron la opción. Es decir, primero el proyecto y después es la convocatoria.
Este es el principal aprendizaje que me gustaría que sacaras de todo este episodio del podcast.
Conclusión
Respecto a pros y contras -y antes de entrar en cuál sería el modelo más interesante que puedas utilizar- es que, claro, las subvenciones son muy golosas, y si pones a un departamento financiero, se vuelve loco.
Pero tienes dos grandes problemas. El primero es la rigidez y el coste, plazos, convocatorias, temas administrativos, bloqueos de recursos, ventanas de oportunidad, etcétera.
Pero sobre todo, que te puede llevar a construir una churrera de proyectos totalmente desalineada con tus objetivos estratégicos de la empresa.
Entonces, estarás haciendo algo que nadie quiere. O sea, realmente lo que tienes es un departamento que se autofinancia a él mismo. ¿Queremos hacer eso? Bien, seamos conscientes.
Tenemos proyectos vaca lechera, pero si queremos innovar de verdad, tenemos que hacer otra cosa.
Modelo híbrido
Yo creo que es el más interesante que puedes aplicar.
Y este modelo lo llevamos recomendando a clientes desde hace muchos años. Como te decía, nosotros no trabajamos con subvenciones en el sentido de que nosotros no pedimos, no recomendamos. Nosotros no trabajamos con eso.
Es decir, nosotros trabajamos con nuestros clientes con cartera de proyectos, y a partir de ahí la financiación se la tienen que buscar ellos.
Pero sí que escuché una historia de Ezequiel Sánchez, el presidente de PDL Space, la empresa del cohete Miura, que está aquí en Elche.
En un collaborate de Atlas Tecnológico, creo que fue en el de Zaragoza, donde él nos contaba que si ellos hubieran tenido que financiar todo el desarrollo de la empresa PDL Space a través de subvenciones, no hubieran llegado a donde están.
Por todos esos puntos en contra que te he comentado, de la lentitud, la burocracia, no sé qué, los plazos.
No hubieran llegado.
Así es que optaron por buscar financiación privada a través de financiación bancaria, a través de inversores externos y a través de recursos propios.
Y fue como lo fueron trabajando. Y es verdad que PDL Space ha ganado el PERTE Aeroespacial, pero no lo hubieran ganado si no hubieran llegado a ese punto.
Es decir, puedes utilizar las subvenciones siempre y cuando estén adecuadas a tu modelo de innovación estratégica. No es -como te decía antes-: surge una subvención, me voy corriendo a ver qué coloco, sino tengo una cartera de proyectos y voy a ver cómo los financio.
Y a lo mejor habrá proyectos que tenga que financiar con recursos propios y proyectos que pueda financiar encajando con subvenciones.
Sabiendo todos los contras que tengo -recuerda- de sobrecarga, de bloqueo de recursos, de trámites administrativos.
Entonces, para encontrar esa cartera de proyectos y luego buscar la financiación, al final lo que necesitamos es un modelo de innovación estratégica.
Una innovación estratégica tiene que estar formado por cuatro elementos.
En primer lugar, tú tienes que tener definidos unos vectores, es decir, en qué áreas vas a innovar.
Lo que te va a permitir decir que no a un montón de cosas. Cuando te venga la consultora de turno o el centro tecnológico de turno a proponerte algo que no encaja en tus vectores, por muy goloso que sea la subvención, tienes que decir que no -es lo que hay-, porque estarás muy orientado al impacto en el negocio.
Segundo elemento que necesitas: necesitas tener un portfolio. Definir cuáles son tus criterios de riesgo de portfolio, de cuánto va a ser innovación incremental, cuánto va a ser innovación adyacente y cuánto va a ser innovación radical.
Y a partir de ahí, definir qué fuentes de financiación vas a utilizar para cada una de estas. Porque lo habitual es que para la innovación incremental lo hagas de riñón, lo hagas con financiación propia.
¿Por qué? Porque el riesgo es más bajo y sobre todo porque la velocidad que necesitas es mucho mayor.
Pero también tienes que darte cuenta si los H2 -los adyacentes- o los transformacionales vas a necesitar o no financiación externa.
Porque recuerda que ir tras financiación externa es mucho más lento. Y en un mundo en el que nos movemos a una velocidad de locos, tienes que ser muy consciente de realmente si te merece la pena o no.
Tienes que definir tu equilibrio de portfolio: qué porcentaje de tus proyectos quieres que sean incrementales, qué porcentaje quieres que sean adyacentes y qué porcentaje quieres que sean transformacionales.
Tercer elemento que necesitas: tu embudo de innovación.
Y en ese embudo necesitas dos cosas. Por un lado, unos criterios de selección. De nuevo, volvemos a lo mismo, no porque surja una subvención y una idea encaje en una subvención, la voy a hacer.
Sino que tienes que tener unos criterios de deseabilidad, de factibilidad, de viabilidad para plantearte, explorar esas ideas. No solo porque encaje, sino: «Oye, ¿hay unos criterios objetivos que me permiten seleccionar ideas?». Vale, si me permiten seleccionar, vamos a meter ahí. Y a partir de ahí ya busco financiación.
Pero primero tengo que filtrar esas ideas de cuáles son más interesantes y cuáles son menos interesantes.
Y luego te recomiendo incorporar fases de exploración. Entonces, en esas fases de exploración puedes llegar a financiar, pero incorpora estas actividades de exploración.
Puedes hacer test de concepto, desarrollo semindustrial, pero incorpora a los clientes lo antes posible dentro de los procesos de innovación y dentro de las memorias de los proyectos o lo que quieras hacer.
Y el último elemento que necesitas es definir los recursos. Ten claro que vas a tener que tener recursos propios asignados a innovar.
No hay más.
Porque, nosotros tenemos datos de que el 60% de los departamentos de innovación no tienen recursos, es decir, no tienen un presupuesto propio, sino que al final tienen que buscarse la vida para conseguir subvenciones.
Entonces, el problema es que acabas haciendo cualquier cosa para pagar las nóminas.
Es un poco lo que pasa en determinados grupos de investigación universitaria, que tienen que buscarse la financiación para pagar a los doctorandos de los proyectos de cómo lo van a hacer.
No hagas eso, intenta convencer a tus jefes de que las nóminas tienen que estar cubiertas. Y a partir de ahí, tú ya puedes desarrollar innovaciones.
Y elegir únicamente subvenciones que permitan financiar proyectos que tengan sentido.
Bueno, esto es un poco lo que te quería contar en el episodio del podcast de hoy.
Al final, la conclusión es que sí podemos utilizar las subvenciones para innovar, pero tenemos que tener mucho cuidado en qué proyectos utilizamos.
No se trata de ver una convocatoria y ver qué proyecto coloco, sino al revés, trabajar con una metodología, un modelo de una cartera de proyectos, y de esos proyectos ver si alguno encaja en la subvención. Sabiendo que una subvención bloquea recursos, te genera unas ventanas de oportunidad que a lo mejor no te interesan porque tú quieres ir más rápido.
Sabiendo que vas a tener un coste financiero y sabiendo que va a ser más lento de lo normal.
Es decir, si tienes proyectos a muy largo plazo con muy alto riesgo, puede interesar una subvención.
Si estás hablando de proyectos a medio plazo con un riesgo adyacente o elementos digitales, quizá no te interesa trabajar con subvenciones y tendrás que buscar financiación alternativa, que es lo que hacemos muchos.
Pues nada, esto es lo que quería contarte en el episodio de hoy.
Espero que te haya parecido interesante. Puedes poner los comentarios que quieras justo ahí abajo, en los comentarios, tanto en el vídeo como en el podcast.
Resumen del podcast
🎯 Introducción
- Tema controvertido: ¿Se puede innovar sin subvenciones?
- Innolandia ha recibido algunas subvenciones, pero no basa su estrategia en ellas.
- Enfoque del episodio: analizar ventajas, desventajas y proponer un modelo alternativo para innovar de forma sostenible.
✅ Ventajas de las subvenciones
- Reducción del riesgo financiero: Ayudan a minimizar el impacto económico de proyectos de I+D+i inciertos.
- Financiación de departamentos: Algunas empresas las usan como “vaca lechera” para pagar sueldos.
- Acceso a redes y tecnología: Especialmente en proyectos europeos, permiten integrarse en consorcios.
- Incentivo a la decisión: La disponibilidad de fondos puede empujar a algunos directivos a apostar por la innovación.
❌ Desventajas de las subvenciones
- Burocracia y lentitud: Trámites complejos, plazos largos, y justificaciones administrativas pesadas.
- Dependencia de convocatorias: Los proyectos deben alinearse a calendarios de ayudas, no al ritmo de negocio.
- Coste financiero oculto: Avales, adelantos y necesidad de financiación puente.
- Sobrecarga y bloqueo de recursos: Dedicación intensa de recursos internos que impide abordar otros proyectos.
- Riesgo estratégico: Se corre el peligro de crear proyectos “forzados” que no encajan con la estrategia de la empresa.
⚠️ Problema principal detectado
- “Churrera de proyectos”: El riesgo de desarrollar proyectos solo porque hay una subvención disponible, y no por alineación con los objetivos estratégicos de la empresa.
🧩 Propuesta de solución: Modelo híbrido
- Basado en una cartera estratégica de proyectos, no en la búsqueda de subvenciones.
- Se utilizan subvenciones solo si encajan con los proyectos estratégicos ya definidos.
- Caso de ejemplo: PLD Space, que priorizó financiación privada y propia para crecer de forma ágil.
🛠 Requisitos del modelo de innovación estratégica
- Vectores de innovación definidos
- Áreas prioritarias donde se va a innovar.
- Permiten decir no a propuestas desalineadas.
- Portfolio de innovación
- Equilibrio entre innovación incremental, adyacente y radical.
- Relación entre nivel de riesgo y tipo de financiación adecuada.
- Embudo de innovación
- Criterios de selección claros (deseabilidad, viabilidad, factibilidad).
- Fases de exploración bien definidas y orientadas al cliente.
- Recursos propios asignados
- Presupuesto específico para innovación, más allá de buscar subvenciones.
- Evita caer en la dependencia de ayudas para financiar nóminas.
🧾 Conclusión
- Las subvenciones pueden ser útiles, pero deben ser gestionadas con precaución y estrategia.
- No se trata de “ver qué coloco en la convocatoria”, sino de tener una cartera clara y luego decidir si encaja o no con una ayuda disponible.
- La clave: velocidad, estrategia y sostenibilidad, evitando que la innovación se convierta en una simple herramienta financiera.