Tienes las ideas
Incluso puede que hayas hecho un primer análisis
Pero, ¿es son proyectos innovadores?
Quizás es una discusión metafísica, pero hay que poner el punto en el que una idea se convierte en proyecto.
Porque tienen implicaciones importantes.
Si tienes un proyecto, necesitas unos objetivos.
Una razón de ser. Un por qué lo haces
Pero también tiene que existir un compromiso de recursos y dedicación.
Sin esos elementos, no tienes proyectos innovadores. Tienes otra cosa.
¿Cuándo una idea se transforma en un proyecto innovador?
El camino habitual que sigo con una idea es
- Idea de bombero
- Se realiza el primer “prototipo de mierda” (menos de 100€ y 1 día de trabajo)
- Muestra del prototipo y feedback
- Iteración hasta tener algo aceptable o abandonar
Para mí, el proyecto empieza cuando a se aprueba un prototipo básico de una idea por el Comité de Innovación o el Comité de Dirección.
Se decide invertir recursos, con un responsable y un equipo
Antes estamos todavía en la fase creativa.
Mientras trabajamos con la idea básica y sus primeros prototipos estamos explorando muy muy arriba. Trabajamos todavía en lado creativo.
Pero hay un momento en el que la idea empieza a tomar forma y entonces se convierte en proyecto.
Cuáles son los proyectos innovadores que funcionan y los que no
Es posible que tengas un masterplan de proyectos de innovación, donde los tengas todos controlados.
Con sus fechas, su presupuesto, sus equipos…
Es el estado ideal
Pero, ¿sabes que existen proyectos zombie?
¿Y proyectos submarino?
No es tan fácil reconocer todos los proyectos que tienes en tu empresa. Pero es tu trabajo como responsable de innovación.
Déjame explicarte los tipos de proyectos que puedes encontrarte si buceas un poco en la organización y sales de tu despacho:
#1 Proyectos reales
Son los proyectos de innovación que tienes controlados. Sabes cuando empiezan, cuando acaban, quién participan…
También tienes que tener claro el objetivo de cada uno (aunque a veces se nos escapa) y el contenido.
Vamos, tienen un plan de proyecto en toda regla, para poder gestionar y conseguir resultados.
#2 Proyectos zombie
Empezamos con los bichos raros.
¿Recuerdas aquella idea que se lanzó hace meses en una reunión del Comité de Innovación?
¿Sabes si ha avanzado?
¿Se han asignado recursos?
Lo más normal es que nadie se haya hecho responsable, porque no ha existido una asignación directa.
No hay ni jefe ni equipo asignado
O quizás el proyecto no se ha concretado y no tiene unos objetivos o un alcance claro
O se han cambiado las prioridades y no se ha comunicado al equipo.
Es un proyecto zombie
Es un proyecto que en su momento se lanzó, pero no tiene objetivos claros ni un equipo formalmente asignado al que pedir responsabilidades y asignar tareas.
Existe en la organización, pero va dando vueltas, sin avanzar como un zombie
Buscando recursos para alimentarse y avanzar, como en Walking Dead
Pues como en la serie, esos proyectos hay que matarlos
#3 Proyectos submarino
¿Tienes conocimiento de todo lo que se hace en innovación en la organización?
Porque yo creo que no.
Henry Chesbrough en su libro Innovación De Servicios Abiertos se refiere a que debes recopilar todas las iniciativas que hay repartidas por la organización para tener un auténtico masterplan de proyectos, más allá de los que puedas impulsar desde el departamento o el Comité.
De hecho Audi “permite” la existencia de “proyectos de innovación submarino”.
Estos proyectos avanzan sin el conocimiento de la Dirección, porque las personas innovadoras se han buscado la vida para hacer desarrollarlos.
Y llegan un punto con un prototipo bastante bueno que lo presentan al Comité de Dirección para ponerlo en marcha.
Interesante, aunque de mucho riesgo, sobre todo si tu Comité de Dirección es muy controlador.
Cómo identificar y matar los proyectos innovadores que van a fracasar
Ya hemos visto que existen diferentes tipos de proyectos innovadores.
Los zombie y los submarino te pueden hacer perder dinero por diferentes motivos.
Los primeros porque asignas recursos sin un objetivo claro.
Los segundos porque pueden ser demasiado arriesgados.
Así que periódicamente te sugiero que hagas una batida por la organización para identificar qué tienes por ahí. Y tomar las decisiones adecuadas.
#1 Localizar y aflorar los proyectos
Para empezar a localizar los proyectos, tienes que hablar con la gente de tu organización.
Puedes hacerlo uno a uno o bien montando un taller.
A mí me gusta utilizar mi propia herramienta, el ciclo de las ideas, basada en el modelo Innovation in a box.
Se trata de ir completando con post its los proyectos que vayas localizando y asignándoles una fase: Generar ideas, Madurar, Desarrollo o Explotación.
De esta forma, habrás localizado todos los posibles proyectos submarino que haya en la empresa.
#2 Evaluar los proyectos
Una vez localizados, debes evaluarlos.
A mis clientes les pido siempre que completen una ficha con la información clave de un proyecto para analizarlos y no desperdiciar recursos.
En la ficha debes incluir
- Responsable
- Objetivos
- Contribución al negocio (por qué tenemos que hacerlo?)
- Una breve descripción
- Fechas de inicio y fin
- Equipo y presupuesto asignado
Cada proyecto debe estar completo.
Y en el caso de que falte información, estamos ante un proyecto zombie.
Que tendrás que matar o recuperar.
#3 Decidir qué hacer con el proyecto
La fase importante de este proceso llega ahora.
Porque si no actúas, todo lo anterior no habrá servido de nada
Quizás para tener un poco más de control
Pero seguirás despilfarrando recursos
Así que tienes que tomar una decisión: recuperar o eliminar.
Para recuperar el proyecto necesitarás empezar por asignar formalmente un responsable y un equipo. Entonces el equipo deberá completar la ficha y seguir adelante con las tareas definidas en el plan de proyecto.
Pero si el Comité de Dirección decide que no hay equipo, o recursos, lo mejor es matarlo.
Aquí no vale la típica excusa de “lo dejamos por si acaso”
Es mentira
Estás despilfarrando recursos, perdiendo foco y disparando el nivel de riesgo de tu cartera de innovación.
Así que actúa. Pastilla roja o azul.
Cómo matar los proyectos innovadores zombie
Cancelar proyectos innovadores no es sencillo.
Porque
#1 es reconocer que lo hemos hecho mal.
Y eso siempre duele.
Aunque debemos ser conscientes que la innovación tiene riesgo y nos vamos a equivocar. Lo importante es fallar rápido y barato.
#2 Afectamos a las personas que han estado trabajando en él
Siempre nos encariñamos de los proyectos en los que estamos.
Y claro, abandonarlos, es casi como dejar a nuestro perro en vacaciones en la residencia canina.
Así que tienes que actuar con tacto. Yo te propongo estas tres etapas:
- Convoca una reunión con las personas que participan en el proyecto e incluso a los que propusieron la idea
- Explica claramente por qué tenéis que cancelar el proyecto. Estrategia, presupuesto limitado, cambio de prioridades, nivel de riesgo…
- Ofrece una alternativa a las personas que estaban en el equipo. Tienen que tomar algo que les ilusione, porque se han llevado un palo
Ya tienes la cartera limpia. Es un ejercicio saludable una vez al año, quizás al realizar el plan operativo de innovación.
Y una vez que lo tengas claro, toca evaluar los proyectos innovadores, aplicando la herramienta del lienzo del modelo de negocio.
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en efecto hay que ser objetivos y seleccionar los proyectos que vale la pena dedicarles tiempo, dinero y esfuerzo
Gracias por pasarte y comentar Javier. No hay nada mejor que seleccionar los proyectos adecuados para evitar perder el tiempo.
Un abrazo
ANGEL