En este post voy presentarte los resultados del estudio que hemos realizado en Innolandia de cómo nos ha afectado la pandemia, en el día a día de los profesionales de la innovación.
Esta semana cumplimos un año desde que se decretó en España el estado de alarma por la pandemia
La recogida de datos fue en noviembre y diciembre de 2020, con lo cual tenemos datos de bastante tiempo de pandemia.
Y los objetivos que teníamos era fundamentalmente dos:
- Identificar cuál era el impacto en nuestro día a día, que había supuesto las nuevas formas de trabajar, el distanciamiento social, etcétera, ¿qué ha pasado y cómo nos ha afectado la innovación?
- Completar los datos de una oleada anterior que habíamos hecho en 2019 sobre cómo somos los innovadores, la radiografía del innovador.
Empezamos!
Así somos los innovadores. Radiografía
#1 Los innovadores trabajamos en 2 colectivos
El primer titular que podemos sacar de este estudio es que cuando trabajamos en innovación hay como dos grandes bloques.
- El colectivo de personas que trabajan para innovar dentro de las empresas, que representan el 61% de las personas del estudio
- Un 29% trabaja en el que colectivo que llamamos los KIBS, organizaciones, empresas de servicios de apoyo a la innovación en las empresas.
Dentro de las empresas -la inmensa mayoría- el 50% trabajan en departamentos de innovación.
Pero sí es importante destacar que el 33% de las personas que trabajan en empresas de innovación no trabajan en un departamento de innovación.
Ahora veremos por qué eso es así.
Si nos vamos al otro lado, al de las personas que trabajan prestando servicios de apoyo e innovación, lo que tenemos es que hay como dos grandes bloques:
- El de la administración pública, que incluye universidades y centros tecnológicos y que suponen aproximadamente el 59% de este colectivo,
- El otro, 41% se refiere a consultores, personas como nosotros en Innolandia que ayudamos a los profesionales de la innovación de las empresas a conseguir sus resultados.
#2 Yoda y Rei, los dos perfiles de los profesionales de la innovación
Este trabajo hemos unido los dos datos de 2019 y 2020, nos ha permitido tener una radiografía muy clara de cómo es el profesional de la innovación
Con los que hemos construido dos arquetipos.
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Yoda, el experto
Es una persona con horas de vuelo, que suele tener entre siete y diez años de experiencia trabajando en innovación.
Trabaja o dirige un departamento de innovación con un equipo de entre dos y cinco personas.
Incluso suele tener un presupuesto aproximadamente rondando los 15 mil euros para hacer pequeñas pruebas, desarrollos que puedan hacer más allá de lo que puedan ser financiación de proyectos
Es decir, tienen presupuesto propio.
Su foco ha pasado de hacer proyectos a sistematizar la innovación, a que funcionen los procesos de innovación, el engranaje.
Al ser un perfil que trabaja en organizaciones más maduras, su principal barrera es la falta de tiempo a todos los niveles.
Falta de tiempo para él/ella, de su equipo, y de otras personas a las que se intenta involucrar dentro del sistema.
Un último rasgo, muy sesgado a la muestra de Innolandia, es que en el 70% de los casos, es una mujer.
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Rei, la novata
Son personas que llevan poco tiempo en esto de la innovación, entre uno y tres años, y con características diferentes al anterior arquetipo.
Habitualmente no están en el departamento de innovación.
Este data se corresponde con nuestro modelo de la pirámide de innovación, en el que es que un departamento de innovación no empieza porque sí, sino que arranca con un encargo a una persona concretas en diferentes áreas.
Por tanto esta persona, estos novatos, suelen trabajar en otras áreas.
Calidad, IT, o incluso de ingeniería, que van asumiendo actividades relacionadas con la innovación, pero no hay un departamento formado como tal.
Estas personas además no tienen presupuesto, sino que se apañan con las horas de trabajo y se centran fundamentalmente en hacer proyectos.
Como están empezando en sus organizaciones, la principal barrera no es una barrera de tiempo, es una barrera de cambio.
De que a la gente no le importa una puñeta lo que están haciendo en innovación.
Es muy complicado involucrarlo dentro de las actividades de innovación porque no está formalizado como tal.
Lo que genera mucha frustración.
La satisfacción con los resultados de la innovación es menor en los Rei que en los Yoda.
El impacto del COVID en el día a día de los innovadores.
Ahora vamos a cómo a estos perfiles les ha afectado el COVID, y tenemos varios titulares.
#1 El COVID nos ha afectado de forma extrema Para bien y para mal.
El primero es que el impacto ha sido desigual respecto a la suposición general que podíamos ver al principio y el miedo que podía haber al
Ha habido como dos grandes extremos.
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Los proactivos
El 36% de las personas que han participado en el estudio nos dicen que han hecho más proyectos a partir de la pandemia para adaptarse, para aprovechar oportunidades.
Incluso, el 25% nos dicen que han aumentado el presupuesto de innovación.
Es decir, son empresas donde en la innovación han visto la oportunidad y entonces se ha lanzado a por ella.
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Los reactivos
En cambio, lo que hay es otro extremo, el otro tercio, aproximadamente un 38% dónde se han ralentizado en los proyectos.
Por diferentes causas: ERTEs, incluso, de cierres.
Tener que apagar los fuegos o achicar el agua del impacto que había supuesto la pandemia.
Primer titular, hay un impacto desigual, no solo se han parado sino que hay empresas que han aprovechado y han apretado el acelerador en temas de innovación.
#2 El teletrabajo SÍ afecta a nuestro día a día como innovadores
La inmensa mayoría de las personas, los profesionales de la innovación, trabajamos con conocimiento, trabajamos en oficina, con lo cual hemos tenido que teletrabajar.
Excepto aquellos que trabajan en laboratorio o en procesos industriales.
Y el teletrabajo sí que nos ha impactado en varias aspectos de nuestro día a día:
- el 55% de las personas dicen que reciben más emails,
- el 56% dicen que asisten a más reuniones,
- el 56% nos dicen que tienen más trabajo, una sensación de tener más trabajo,
- y el 46% nos dice que han perdido el acceso a los clientes, que pueden contactar o hablar con ellos menos.
Todos estos datos, al final, lo que viene a decirnos es que hemos perdido la comunicación informal.
La comunicación informal, ese café donde arreglábamos un problema rápidamente,
O donde en el pasillo alguien te preguntaba y te metías en una sala a escribir cuatro gráficas para intentar resolver el problema.
Esa conversación informal se ha perdido, entonces hemos tenido que organizarla y programarla, en horas y momentos concretos.
De ahí que se hayan disparado el número de reuniones en Teams, en Zoom.
Estamos todos hartos de tener videoconferencias.
Yo ha habido semanas en las que el 60% de mi tiempo eran reuniones en Teams.
Seguro que tú mismo sientes que este nuevo modelo de comunicación “programada” nos ha provocado cansancio y la sensación de que no llegamos y de que tenemos más trabajo.
#3 Las medidas para adaptarnos necesitan una curva de aprendizaje.
Vamos con el tercer titular
¿Qué medidas estamos tomando para asumir ese aumento de trabajo, esa nueva forma de trabajar?
Pues hemos identificado dos grandes medidas que hemos tomado, en general.
- El 76% de los profesionales nos dicen que lo que han hecho ha sido utilizar herramientas colaborativas online.
Aquí Microsoft pegó el pelotazo en marzo cuando dejó libre Teams durante un mes para que todo el mundo lo probara.
Consiguieron que Teams se extendiera por todos lados, G Suite, herramientas colaborativas, que hemos tenido que aprender.
Y aún estamos muy verdes.
- El 71% nos dice que ha asistido a webinars y a cursos para adaptarse.
Hemos visto, sobre todo hasta agosto aproximadamente, un boom impresionante de cursos online, de webinars.
Todas las grandes escuelas de negocios han saltado a montar programas online: ESADE, IESE, EOI… todas han montado programas online para aprovechar ese boom.
Pero déjame que profundice un poco.
¿Cuáles son las consecuencias de todas estas nuevas herramientas?
Pues que necesitan de una curva de aprendizaje.
Yo me lo encuentro todos los días cuando hacemos talleres online en Teams o en Zoom, con clientes que todavía están muy perdidos en cómo saber utilizar Teams.
No es lo mismo trabajar en un servidor que trabajar en una herramienta colaborativa.
Es necesario aprender. Desaprender lo que sabíamos y conocer y adaptarnos a las nuevas herramientas.
Una curva de aprendizaje que nos genera un estrés, que es lo que nosotros interpretamos que es esa sensación de que tenemos más trabajo.
¿Por qué?
Porque somos más torpes, porque no hemos superado todavía la curva de aprendizaje con esas nuevas herramientas que tenemos.
Necesitamos tiempo para aprender a trabajar de forma diferente en un entorno que es y será diferente.
Buenas prácticas de innovación durante el COVID.
Para completar el estudio, hemos buscado más allá de casos aislados, buenas prácticas.
A nivel de proceso de innovación, no de resultados.
De nuestro día a día.
Hemos identificado hasta 11 buenas prácticas, que te contaré otro día con más detalle porque tendríamos para otro episodio tranquilamente.
Pero sí que quiero clasificarlas en tres grandes bloques, como aperitivo.
#1 Nuevos productos para un nuevo consumidor
El primero es que hemos identificado buenas prácticas de empresas que han sabido adaptarse a lanzar nuevos productos para un nuevo consumidor.
Han pivotado sobre sus capacidades claves.
Hemos visto todos que la pandemia, ha acelerado muchísimo los cambios en determinados comportamientos de las personas, como la compra online o el delivery de comida.
Han surgido otros nuevos, como el homing, por ejemplo.
Hay empresas que han aprovechado lo que sabían hacer para pivotar y rápidamente ayudar a intentar cubrir esas nuevas necesidades.
Algunos ejemplos cercanos podrían ser Actiu, Suavinex o Bodegas Mezquita.
#2 El nuevo rol de la innovación como solución
Una segunda buena práctica que hemos identificado es que, el rol de la innovación ha cambiado, para bien.
Sobre todo en estas empresas que han acelerado la innovación que te contaba más arriba.
La función de innovación ha cogido más peso e, incluso, ha asumido funciones que antes estaban por dispersas en la organización.
Por ejemplo, el tema de la sostenibilidad o la economía circular, que se han asumido como vectores propios de innovación y los proyectos se van a gestionar desde innovación.
Es decir, la innovación ha ganado peso en algunas organizaciones, como parte de la solución.
#3 La digitalización del día a día de la innovación
Y la tercera buena práctica que hemos visto está relacionada con nuestro día a día.
Ejemplos de qué cosas hemos hecho para mejorar nuestro trabajo habitual y adaptarnos aquí.
Básicamente es todo lo que hemos hecho online.
Hemos digitalizado los procesos de innovación. A lo bruto.
De repente hemos descubierto que se pueden hacer talleres de creatividad online.
Hemos descubierto que se pueden hacer prototipos online, que podemos entrevistar a clientes online, que podemos trabajar con equipos repartidos, equipos deslocalizados…
Pero estamos empezando, aún no están consolidadas.
Y estos cambios en los procesos de innovación nos está llevando a nuevas formas de trabajo.
Conclusiones
Para terminar, quiero contarte los tres retos a los que nos enfrentamos con este nuevo entorno en el que nos vamos a mover.
Yo soy de los que piensa que hay muchas cosas que hemos probado y que no van a volver atrás.
No vamos a tener una vieja normalidad otra vez, sino que vamos a vivir en un nuevo contexto que ha cambiado determinadas situaciones cotidianas.
Por ejemplo, yo creo que se consolidará el teletrabajo a tiempo partido, donde habrá días que estemos en la oficina, días que no.
Aterrizando todo lo que te he contado, he identificado tres retos.
El foco donde podrías centrarte en los próximos 12, 18 meses en tu día a día como profesional de la innovación.
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Las nuevas necesidades ocultas de los clientes.
Ese cambio en los trabajos, en los job to be done de los clientes y cómo eso nos obliga a nosotros como profesionales de innovación a cambiar la prioridad.
Dónde quieres poner el foco como profesional de innovación en tu empresa, es decir, cuáles serán los vectores de innovación de tu organización.
No es lo mismo donde lo estabas poniendo en febrero de 2020 a donde lo vas a poner hora en marzo del 2021
Y cuanto antes hagas esa reflexión estratégica, mejor.
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Innovar en modelos de negocio, no sólo en producto o proceso
En el estudio que hicimos en abril sobre aprendizajes de la crisis del 2009-2014, la forma de explotar o de aprovechar estas nuevas necesidades ocultas son nuevos modelos de negocio.
No valen pequeños productos que vayamos sacando.
Donde realmente se van a decidir las oportunidades es en los nuevos modelos de negocio.
Y tienes que plantearte, una vez que has definido esos nuevos vectores estratégicos, en explorar nuevos modelos de negocio.
No solo producto, no solo servicios, no sólo procesos.
Nuevos modelos de negocio completos
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Aprender una nueva forma de innovar
Y el tercer reto al que nos tenemos que enfrentar claramente es a una nueva forma de innovar.
Ya no hablamos solo de herramientas.
Hablamos de cómo accedemos a los clientes de forma diferente, cómo prototipamos de forma diferente, cómo hacemos proyectos con equipos deslocalizados,
Incluso como hibridamos metodologías humanísticas con alta tecnología.
Todo eso es una nueva forma de innovar y en la que yo creo que nos abre una nueva era para los profesionales de la innovación.
Bueno, ya sabes que desde Innolandia, pues estaremos encantados de ayudarte a alcanzar estos tres retos.
Hasta aquí lo que quería contarte con este episodio de titulares del estudio que hemos hecho de la radiografía del innovador, el impacto del COVID.
Justo debajo encontrarás la presentación del webinar, donde lo hicimos con mucho más detalle de los datos para que los puedas ver con tranquilidad.
¿Qué opinas? ¿Te sientes identificado? Compártelo en el hilo de comentarios. Prometo responder.